miércoles, 10 de septiembre de 2008

LIGA DE NACIONES Y SU IMPORTANCIA

INTRODUCCIÓN

“Liga de las Naciones” o también llamada “Sociedad de las Naciones” la que se dará conocer en las siguientes páginas y se hará una breve conceptualización de esta, y la interrogante que será resuelta en la conclusión. En sí la liga de las naciones consiste en ser una agrupación de países que fue establecida a propuesta de presidente Wilson, para evitar guerras en el futuro. La sede de la misma estaba en Ginebra y su propósito fue resolver, mediante la discusión pacifica, los conflictos entre naciones. En su estructura pronto aparecieron fisuras: los Estados Unidos no participaron en ella, pues el Senado de los Estados Unidos no aceptó los compromisos adquiridos por el presidente Wilson, se negó a ratificar el Tratado de Versalles, principalmente porque no quería compromisos con bloques europeos mundiales que pudieran limitar las libres decisiones norteamericanas y el nuevo gobierno, encabezado por el presidente Harding inició una política de aislamiento.
La interrogante me insta a realizar este trabajo es saber: ¿Por qué fracasó la Liga de las Naciones?
DESARROLLO DEL TEMA
Primera Guerra Mundial
Entre 1914 y 1918 se desarrolló en Europa la mayor conflagración hasta entonces conocida. Motivada por conflictos imperialistas entre las potencias europeas, la "gran guerra", como se denominó originalmente a la primera guerra mundial, implicó a toda la población de los estados contendientes, así como a la de sus colonias respectivas.
La causa inmediata que provocó el estallido de la primera guerra mundial fue el asesinato del archiduque de Austria-Hungría, Francisco Fernando, en Sarajevo, Servia (posterior Yugoslavia), el 28 de junio de 1914. Austria presentó un ultimátum a Servia y el 28 de julio de declaró la guerra. El sistema de alianzas militares creado en los años precedentes entró entonces en funcionamiento. Rusia ordenó la movilización de sus ejércitos contra Austria, por afinidad con sus hermanos eslavos. Alemania, aliada del imperio austro-húngaro, pidió a Rusia que detuviera sus maniobras contra Francia, en la que se concentraría el máximo de fuerzas disponibles para lograr rápidamente una victoria que permitiera al ejército dirigirse contra Rusia. El plan fue ejecutado por el general Helmuth von Moltke, que dejó al ejército austriaco encargado de contener a los rusos en el frente oriental y dirigió la mayor parte de sus tropas contra Francia. El ejército francés, al mando del general Joseph-Jacques-Césaire Joffre, se dispuso a su vez a aplicar el plan XVII, contraataque centrado en el Marne.
Los alemanes iniciaron su ofensiva occidental con la toma de Leija el 16 de agosto de 1914. El 20 de agosto de este año entraron en Bruselas y tomaron Namur. La defensa francesa fue arrollada, pero en septiembre, cuando la balanza parecía inclinarse del lado alemán, el ejército de Joffre consiguió rechazar la ofensiva alemana en la primera batalla del Marne. El general alemán Erich von Falkenhaynm que sucedió a Moltke como jefe del estado mayor del ejército, hizo frente a una nueva ofensiva anglo-francesa. Tras las batallas de Yser e Ypres se estabilizó un frente que iba desde el canal de la Mancha hasta Suiza.
En el frente oriental, el ejército ruso se dirigió al este de Prusia. Allí los generales A.V. Samsonov y P.K. Rennenkampf derrotaron al ejército austriaco. Los generales alemanes Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff lograron sin embargo una gran victoria sobre el ejército ruso en las batallas de Tannenberg (26 de agosto de 1914) y de los lagos Masurianos (febrero de 1915). Rusia dirigió entonces una operación masiva contra Silicia, pero los resultados no fueron favorables a ninguno de los dos bandos y el frente oriental quedó también estabilizado.
El imperio Otomano (Turquía) entró en la guerra el 10 de agosto de 1914, al acoger en sus aguas territoriales a dos barcos de guerra alemanes.
En esta primera fase, la guerra en el mar se libró entre el Reino Unido y Alemania. Los británicos tenían una neta superioridad numérica en flota de superficie, mientras que Alemania dedicó su esfuerzo sobre todo a la guerra submarina, En el ataque a las islas Malvinas, efectuado el 8 de diciembre de 1914, los alemanes sufrieron una terrible derrota que supuso el principio del fin de sus operaciones en alta mar. Inició entonces el Segundo Reich alemán una campaña de bloqueo comercial submarino que conmovió a la opinión mundial, cuando el 7 de mayo de 1915 fue hundido el trasatlántico británico "Lusitania", con dos mil pasajeros a bordo.
Los años de estabilización
A comienzos de 1915, los rusos, amenazados por los turcos en el Cáucaso, pidieron a los británicos una acción rápida contra Turquía. En el Reino Unido, y poco después en Francia, se aprobó el plan de ataque de Winston Churchill. En febrero, una expedición naval tomó las fortalezas situadas en la entrada de los Dardanelos. Sin embargo, los turcos resistieron en el interior, con lo que también aquí se estabilizó el frente.
Desde fines de 1914, demostrada la inviabilidad del plan de Schlieffen, Falkenhayn vio la conveniencia de desarrollar las operaciones en el frente oriental. Los alemanes se mantuvieron en general a la defensiva en el frente occidental y concentraron sus esfuerzos contra los rusos, a quienes derrotaron rompiendo su frente y obligándolos a retirarse en una línea que iba desde el mar Báltico hasta Chernovtsi, en la frontera rumana.
En 1915, Italia declaró la guerra a Austria. El avance italiano hacia el este pronto fue detenido, lo que supuso el inicio de una guerra de trincheras en torno al río Isonzo. En septiembre, los imperios centrales firmaron un tratado con Bulgaria y ocuparon Servia. Los aliados enviaron ayuda a través de Tesalónica, pero no consiguieron llegar hasta los servicios.
Durante el invierno de 1915-1916, Falkenhayn dirigió su acción contra Francia en una ofensiva de desgaste que se inició el 21 de febrero de 1916 en Verdún, cuya defensa fue confiada al general francés Philippe Pétain. Pero la ofensiva de los aliados en el Somme distrajo la atención de los alemanes, que perdieron así su gran oportunidad. En el verano de 1916 tuvo también lugar la confrontación entre la flota alemana y al británica en la batalla naval de Jutlandia, en el mar del Norte, que ambos contendientes consideraron como una victoria.
En el frente oriental, en 1916 los rusos iniciaron una importante operación de ataque, dirigida por A. A. Brúsilov, que tuvo como resultado indirecto la entrada de Rumania en la guerra a favor de los aliados.
De enero a mayo de 1917, la estrategia aliada en el frente occidental consistía en que el ejército británico hiciese ataques preparatorios, reservándose a los franceses una ofensiva mayor en la región de Champagne. La batalla de Arrás, con la que se inició la ofensiva británica el 9 de abril de 1917, fracasó totalmente, y los aliados adoptaron una estrategia defensiva elaborada por Pétain.
El hundimiento de tres barcos mercantes estadounidenses por los submarinos alemanes provocó la declaración de guerra de los Estados Unidos a Alemania el 6 de abril de 1917.
En el frente oriental, la revolución rusa supuso un respiro para los imperios centrales. El armisticio firmado en Brest-Litovsk el 15 de diciembre de 1917 benefició a Alemania, que quería la paz en el este para transferir tropas al frente occidental, así como al partido bolchevique ruso, que la deseaba para consolidar su régimen.
En el frente occidental, los británicos iniciaron de junio a diciembre de 1917 una ofensiva en Flandes que se cerró con una operación de gran significado para el futuro: la batalla de Cambrai, donde se utilizaron por primera vez carros de combate.
Entre mayo de 1917 y septiembre de 1918 se iniciaron movimientos de paz por parte del emperador austríaco Carlos I y del papa Benedicto XV. A lo largo de 1918, el presidente Woodrow Wilson formuló sus famosos "catorce puntos", donde definía las bases de la paz, indicando soluciones para los problemas originados por la guerra.
Las últimas ofensivas y la victoria aliada
En el frente occidental, de marzo a septiembre de 1918, el mayor problema de los aliados era cómo hacer frente a una inminente ofensiva alemana antes de la llegada de refuerzos de los Estados Unidos. Ludendorff decidió atacar, aprovechando la ventaja derivada de la transferencia de tropas del frente oriental. Lanzó una serie de ofensivas que culminaron en la segunda batalla del Marne, pero los aliados recuperaron la iniciativa con la llegada de fuerzas estadounidenses al mando del general John J. Pershing. Ludendorff se convenció de la necesidad urgente de la paz negociada. En todos los demás frentes, los aliados iniciaron ofensivas que contribuyeron a minar la fuerzas alemanas y austro-húngaras. En Italia, las fuerzas austriacas se amotinaron a fines de octubre de 1918, y el alto mando ordenó la retirada general.
El imperio austro-húngaro comenzó a desmoronarse. Sus diversas nacionalidades (eslavos del sur, checos y polacos) proclamaron la independencia, con lo que los territorios de Austria y Hungría quedaron muy mermados.
La ofensiva final en el frente occidental consistió por parte de los aliados en ataques convergentes contra las posiciones alemanas al oeste de la línea que iba de Ypres a Verdún. El 3 de octubre de 1918, el canciller alemán, el príncipe Maximiliano de Badén, envió una nota a Wilson en la que pedía el armisticio y el establecimiento de negociaciones de paz. El 27 de octubre, Alemania consintió en aceptar las condiciones de Wilson para el armisticio, el cual debía formularse unilateralmente por los Estados Unidos y los aliados. Las negociaciones se entablarían con un gobierno representativo del pueblo alemán y los términos deberían hacer a Alemania incapaz de reanudar las hostilidades.
El 9 de noviembre, Guillermo II decidió abdicar al tiempo que se extendía por Alemania una revolución proletaria que sería finalmente sofocada por grupos contrarrevolucionarios y militares. En Europa comenzaron los preparativos para la conferencia de paz de Versalles.
La guerra mundial había causado cerca de diez millones de muertos y varios millones más de heridos, en su mayoría jóvenes, principalmente de Rusia, Alemania, Francia y el Reino Unido. Las pérdidas materiales fueron también cuantiosas en los países beligerantes. Por otra parte, la contienda había generado un intenso desarrollo de los instrumentos y técnicas de guerra: por primera vez participaron de forma activa en el combate los fusiles de repetición, las ametralladoras, los gases asfixiantes, los tanques, los dirigibles y los aviones, y también por primera vez se practicaron la guerra de posiciones y los bombardeos de ciudades. La exacerbación del patriotismo y la movilización de la sociedad civil fueron otras novedades de la primera guerra mundial.
El período entre guerras
Las frustraciones ocurridas después de la Gran Guerra, sumadas a los profundos problemas sociales y económicos, destruyeron las frágiles democracias de algunos países europeos, sustituyéndolas por regímenes totalitarios de extrema derecha como el fascismo italiano y el nazismo alemán. En la Unión Soviética se desarrolló una dictadura de extrema izquierda representada por el estalinismo.
En el plano económico, tuvo lugar una profunda crisis que puso a prueba el sistema capitalista: la crisis de 1929 que, iniciada en los Estados Unidos, se extendió prácticamente por todo el mundo.
Se puede dividir la etapa que separa el final de la primera guerra mundial del comienzo de la segunda en dos grandes períodos: entre 1919 y 1929, tras unos pocos años de crisis y reordenamientos, las relaciones entre las potencias europeas y la situación general mejoraron considerablemente; a partir de 1929 una crisis económica generó nuevos conflictos y se entró en una etapa que condujo a un nuevo estallido bélico.
La Sociedad de las Naciones, creada por el tratado de Versalles, era una entidad que tenía su sede en Ginebra (Suiza). En su estructura pronto aparecieron fisuras: los Estados Unidos no participaron en ella, pues el Senado norteamericano no aceptó los compromisos adquiridos por el presidente Wilson y el nuevo gobierno, encabezado por el presidente Harding inició una política de aislamiento. Alemania fue aceptada como estado miembro en 1925, pero -a igual que Japón e Italia- se retiró de ella al iniciar una política expansionista en la década siguiente.
La Sociedad de las Naciones no pudo evitar el estallido de nuevos conflictos internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la que había sido concebida.
Los estallidos totalitarios
Ideologías totalitarias de distinto signo se impusieron en tres naciones europeas: Rusia, Italia y Alemania. Con profundas diferencias entre ellos, estos sistemas tuvieron como denominador común la supresión de la libertad política y el papel de preponderante del Estado controlado por un solo partido.
El fascismo
Italia después de la guerra
La primera guerra mundial acentuó el nacionalismo de los italianos en la medida en que sus reivindicaciones territoriales no fueron satisfechas por el tratado de Versalles. La región de Fiume, por ejemplo, que los italianos reclamaban, le fue entregada a Yugoslavia. Además, las potencias de la Entente no reconocieron los esfuerzos de Italia en la guerra en la que había perdido 650.000 combatientes y sufrido la devastación de Venecia y otras regiones. El frustrado pueblo italiano achacó al gobierno liberal italiano su debilidad frente a Francia e Inglaterra culpándolo además de la generalizada crisis económica del país que afectaba principalmente a obreros y campesinos. Las rebeliones rurales y urbanas se generalizaron, produciéndose saqueos de comercios y ocupación de fábricas alentados por los partidos de izquierda: Socialista y Comunista.
El principio esencial de la doctrina fascista es la concepción del Estado. Para el fascismo, el Estado no es lo absoluto, ante el cual los individuos y los grupos no son sino lo relativo. El estado fascista es una voluntad de poder y de dominación. Para el fascismo, la aspiración al Imperio, es decir, a la expansión de las naciones, es una manifestación de vitalidad; s u contrario, el espíritu casero, es un signo de decadencia. Loa pueblos que nacen o que resucitan, son imperialistas, los pueblos que mueren son los que renuncian. El imperio exige la disciplina, la coordinación de esfuerzos, el deber y el sacrificio.
En este momento más que nunca, los pueblos tienen sed de autoridad, de dirección y de orden. Si cada siglo tiene su doctrina, mil indicios muestran que la de este siglo fue el fascismo.
Los fascistas en el poder
El partido fascista fue creado por Benito Musolini, a poco de terminar la guerra. Agrupó inicialmente a individuos partidarios de detener la expansión izquierdista que se venía operando en Italia y para lo cual no vacilaban en propiciar el uso de la violencia. El fascismo fue ganando el apoyo de sectores vinculados con los militares, la burguesía y la clase media italianos, quienes alarmados por el auge de los izquierdistas, vieron en esta fuerza un medio para detener las agitaciones sociales.
Ante lo que calificaban de pasividad del gobierno, grupos fascistas armados realizaron frecuentes atentados contra líderes socialistas y comunistas así como en las sedes de esos partidos y de sindicatos.
En octubre de 1922, cincuenta mil fascistas, los llamados camisas negras (fasci de combatimento, distinguidos precisamente, por vestir camisas negras), realizaron una marcha sobre Roma y exigieron al rey Victor Manuel II la formación de un nuevo gobierno liderado por Mussolini. El rey cedió y los fascistas llegaron al poder.
Mussolini instauró una dictadura que no vaciló en recurrir a todos los medios coercitivos, aún el secuestro y el asesinato de destacados líderes opositores. Fue declarado Duce (guía, conductor, caudillo) y todo el poder se concentró en él.
Con el fascismo en el poder, se terminaron las libertades públicas en Italia. Se disolvieron los partidos políticos y todas las organizaciones hostiles al gobierno; sólo subsistió el Partido Fascista; toda oposición fue destruida.
Desde el gobierno se propició un nacionalismo extremo que derivó hacia prédicas militaristas e imperialistas, creándose un fuerte ejército y una poderosa escuadra.
Con la intención de poner fin a los enfrentamientos entre empresarios y trabajadores, los fascistas concibieron un Estado corporativo basado en las corporaciones (representaciones mixtas de patrones y obreros).
En el orden económico se apoyó la iniciativa privada y se planteó una política de pleno empleo propiciándose grandes obras públicas y estimulándose la producción de la agricultura y de la industria. Las reservas del Banco de Italia se incrementaron y la lira (moneda italiana), aumentó su valor.
Bajo el lema "Creer, obedecer, combatir", se estructuró un Estado que se fundamentó en la Cámara de los Fascios y las Corporaciones, ambas convertidas en instrumentos incondicionales del gobierno. El fascismo afirmó la primacía del Estado, encarnado en el Duce, jefe todopoderoso. La expresión "il duche ha siempre razione" (el Duce siempre tiene razón) envolvió a Mussolini con un hálito de infalibilidad indiscutible.
En 1929, Mussolini llegó a un acuerdo con el Papado con quien firmó el Tratado de Letrán, por el cual se reconoció al Papa su soberanía sobre la pequeña región del Vaticano.
Invasión de Italia: Se hunde el fascismo
En 1943, los aliados invadieron el sur de Italia y se apoderaron de Sicilia. Entre las fuerzas armadas italianas tomaron fuerza los partidarios de la paz: Mussolini fue depuesto y encarcelado y el nuevo gobierno se rindió a los aliados. Los alemanes no aceptaron esta capitulación; siguieron la lucha, liberaron a Mussolini (quien se instaló en Milán al frente de un gobierno débil) y se hicieron fuertes en Roma.
Para esa época tomó fuerza la resistencia italiana integrada por partisanos que enfrentaron a alemanes y fascistas. Mientras tanto proseguía el avance de los aliados que entraron triunfalmente en Roma. Mussolini intentó huir pero, sorprendido por miembros de la resistencia italiana, fue fusilado.
El nazismo
Nacionalismo, racismo e imperialismo
Luego de la guerra, los alemanes depusieron al Káiser y proclamaron la República de Weimar.
En 1919, el país conducido por los social-demócratas debió firmar el Tratado de Versalles -en muchos aspectos humillante para Alemania- que obligó a este país a pagar una enorme deuda de guerra en parte solventada por créditos norteamericanos.
Alemania atravesaba por un período crítico: inflación, desempleo, miseria, enfrentamientos sociales que el gobierno fue incapaz de resolver. Las oposiciones crecían y la prédica de socialistas y comunistas alentaba las agitaciones sociales. Los militares, por su parte, trataban de justificar la derrota alegando que "Alemania había sido apuñalada por la espalda" por marxistas y judíos.
En ese año, en la ciudad de Munich, Adolfo Hitler, un ex-cabo que había participado en la guerra, creó el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, cuya abreviatura originó el término nazi con que se lo conoció. Esta nueva agrupación intentó sin éxito apoderarse del gobierno de Munich (1923), por tal razón Hitler fue encarcelado por unos meses. En la prisión escribió un libro -Mi lucha- en el que sintetizaría las bases de la doctrina nazi. En esta obra Hitler defiende la idea de la superioridad de la raza aria de la cual el pueblo alemán sería el más puro representante.
Los Nazis en el poder
Los nazis, con su prédica antimarxista, fueron logrando el apoyo de los sectores que veían alarmados el crecimiento de los partidos de izquierda. Las elecciones presidenciales de 1932 confirmaron en el gobierno al anciano mariscal Hindenburg, pero Hitler obtuvo una considerable cantidad de votos. Ningún partido logró la mayoría como para dominar el Reichstag (Parlamento) y constituir un gobierno. Hindenburg entonces, llamó a Hitler para ocupar el cargo de canciller en un gabinete de coalición en el que figuraban nazis y conservadores (1933).
En 1934 fue incendiado el Reichstag. Hitler acusó a los comunistas: fue el pretexto para disolver el Partido Comunista. Al morir el presidente Hindenburg (1934) el Parlamento dio plenos poderes a Hitler, quien se convirtió en el Führer (término parecido al de Duce) del pueblo alemán: comenzó entonces la terrible dictadura nazi.
Se exacerbó el militarismo y el imperialismo y se acentuó el carácter racista del movimiento: los judíos fueron perseguidos y confinados en campos de concentración donde fueron asesinado en masa. La oposición fue destruida. Una gran cantidad de intelectuales y científicos debió exiliarse y en la noche del 10 de mayo de 1933, se alzó en Berlín una enorme pila de libros para ser quemados públicamente argumentando que "subvertían el pensamiento alemán": Thomas Mann, Stefan Zweig, Eric Maria, Remarque, Albert Einstein, Freud, etc., fueron algunos autores cuyas obras terminaron devoradas por el fuego.
El nazismo montó un extraordinario aparato publicitario destinado a popularizar la doctrina oficial. Los SA (milicias del partido) actuaban como grupo de choque, en tanto que la Gestapo (policía política) lo vigilaba todo.
Se implantó un rígido control del Estado sobre la economía y al desconocerse las determinaciones del Tratado de Versalles que prohibían el rearme alemán, se propició la producción industrial principalmente aplicada a la industria bélica y química. Era evidente que el Tercer Reich, tal el nombre dado por los nazis al nuevo régimen, se preparaba para la guerra.
El Estalinismo en la Unión Soviética
Una cruel dictadura personal
Terminada la guerra civil con el triunfo de los comunistas (1921), Lenin dirigió férreamente los destinos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (denominación oficial de Rusia a partir de 1922). Se instauró la dictadura del proletariado y se planificó la economía en medio de grandes dificultades que amenazaban con provocar un caos económico.
Con la muerte de Lenin (1924) y tras una tremenda lucha por el poder entre Stalin y Trotzki, asumió el primero. Trotzki y sus seguidores debieron exiliarse. Radicado en México, fue asesinado en 1940 por orden de Stalin.
El estalinismo pasó a ser sinónimo de intolerancia y persecución. Stalin instauró una dictadura que suprimió toda forma de oposición. El Partido y la sociedad fueron sometidos a sangrientas purgas que terminaron con las disidencias.
La URSS aspiraba a convertirse en potencia industrial: la acción del Estado Soviético se aplicó a ese fin y las masas obreras fueron sometidas a ingentes sacrificios. Desapareció la propiedad privada y toda la producción industrial y agrícola quedó en manos del Estado.
El Estado soviético fue reorganizado: por la Constitución de 1936 se crearon el Soviet Supremo encargado de legislar, el Consejo de Comisarios del Pueblo y un Presidium. Sin embargo, en los hechos, todo era controlado por la dictadura personal de Stalin.
La política internacional soviética se orientó hacia la recuperación de los territorios perdidos después de la revolución, planteándose como necesidad geopolítica gravitar con su influencia sobre Europa oriental.
De los triunfos del Eje a la contundencia de los Aliados
En el inicio del año 1942, Alemania controlaba gran parte de Europa y sus ejércitos continuaban cercando los grandes centros soviéticos y avanzando en el norte de África en dirección a Egipto, con la finalidad de dominar el Canal de Suez. En el Extremo Oriente, Japón tenía sometidas a Filipinas, Malasia, Birmania, Indonesia, y amenazaba a Australia y la India.
Sin embargo, por ese mismo año, el poderío japonés comenzaba a flaquear con la derrota sufrida en las batallas navales de Midway y Mar del Coral. Los ejércitos alemanes del norte de África comandados por Rommel fueron vencidos por las tropas británicas de Montgomery al tiempo que la marina anglo-norteamericana estaba superando el poder de los submarinos alemanes. Hacia el final del año se inició la batalla de Stalingrado, una gran ofensiva rusa que culminó con la derrota alemana (febrero de 1943) y con el avance del ya poderoso ejército soviético en dirección a Alemania.
La Segunda Guerra Mundial
De forma activa o pasiva, países de todos los continentes se vieron implicados o afectados por la segunda guerra mundial, una contienda en la que naciones con siglos de civilización se enfrentaron en una escala destructiva sin precedentes.
La segunda guerra mundial fue un conflicto armado que se extendió prácticamente por todo el mundo entre los años 1939 y 1945. Los principales beligerantes fueron, de un lado, Alemania, Italia y Japón, llamadas las potencias del Eje, y del otro, las potencias aliadas, Francia, el Reino Unido, los Estados Unidos, la Unión Soviética y, en menor medida, la China. La guerra fue en muchos aspectos una consecuencia, tras un difícil paréntesis de veinte años, de las graves disputas que la primera guerra mundial había dejado sin resolver. La frustración alemana después de la derrota y los duros términos del Tratado de Versalles, junto con la intranquilidad política y la inestabilidad social que afectaron crecientemente a la república de Weimar, tuvieron como resultado una radicalización del nacionalismo alemán. De esta forma se produjo el advenimiento al poder de Adolf Hitler, jefe del Partido Obrero Alemán Nacional Socialista (NSDAP), o partido nazi, de ideología totalitaria, ultra nacionalista y antisemita.
Después de hacerse otorgar plenos poderes en 1933, Hitler, que había asumido el título de Führer o caudillo del Tercer Reich, impulsó el rearme secreto de Alemania. Aprovechó la falta de decisión de las potencias europeas para oponerse activamente a sus designios y ordenó la ocupación militar de Renania en marzo de 1936, decisión que contravenía unilateralmente el Tratado de Versalles.
En ese mismo año, Benito Mussolini, el dictador fascista de Italia, que ya se había embarcado en una agresión a Abisinia (Etiopía), firmó con Hitler un acuerdo secreto germano-italiano que daría lugar al establecimiento del Eje Roma-Berlín. Al año siguiente, Italia se unió al pacto que Alemania y Japón habían firmado en 1936. Fue el llamado pacto tripartito. Alemania e Italia intervinieron, en nombre del anticomunismo, en la guerra civil española iniciada en 1936.
La ofensiva alemana
En marzo de 1938, Hitler envió tropas alemanas para ocupar Austria, que pronto fue incorporada por plebiscito al Tercer Reich (el Anschluss). En una hábil combinación de presiones internas y externas, logró la anexión o neutralización del territorio checoslovaco en marzo de 1939. En abril del mismo año, Italia se anexionó Albania. En agosto se firmó un pacto de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética, en el que se establecía una cláusula secreta sobre la división de Polonia y el establecimiento de esferas de influencia soviéticas y alemanas en los estados bálticos y en Finlandia. Tras este atrevido acuerdo, que dejó atónitos a los gobernantes del resto de Europa, Hitler ordenó iniciar la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939. El Reino Unido y Francia declararon la guerra a Alemania dos días después. El 17 de septiembre, tropas soviéticas penetraron en la parte oriental de Polonia, que de esta forma quedó dividida entre Alemania y la Unión Soviética. A finales de 1939 se firmó un nuevo pacto por el que Alemania recibía toda la parte situada al oeste del río Bug y los soviéticos obtenían Lituania dentro de su esfera de influencia.
La Unión Soviética, aprovechando su entendimiento con Alemania, obligó a Estonia, Letonia y Lituania a admitir guarniciones militares en su territorio. Finlandia se negó a obedecer y fue atacada por tropas soviéticas en noviembre de 1939. Inicialmente, el pequeño país fines contuvo el ataque soviético, lo que despertó las simpatías de todo el mundo. La Unión Soviética no había valorado en su justa medida la voluntad de Finlandia para resistir ni los obstáculos naturales construidos por los numerosos lagos y bosques del país. No obstante, en marzo de 1940 Finlandia hubo de pedir la paz, después de un ataque masivo de las fuerzas soviéticas que obligó a los finlandeses a replegarse.
Durante el inicio de 1939, las principales actividades alemanas se desarrollaron en el mar, incluyendo una campaña submarina muy activa contra buques mercantes con rumbo al Reino Unido. En cambio, en la guerra naval de superficie los británicos fueron en conjunto más afortunados que los alemanes.
En abril de 1940, Hitler puso en práctica la táctica de la "guerra relámpago" al ordenar la invasión de Noruega y la ocupación de sus principales puertos. Un batallón de paracaidistas tomó los campos de aviación de Oslo y Stavanger. Al mismo tiempo, los alemanes enviaron barcos de guerra al puerto de Copenhague y se introdujeron en la península de Jutlandia. La ocupación de Dinamarca era necesaria para la seguridad de las comunicaciones alemanas con Noruega.
Los acontecimientos en los países nórdicos se convirtieron en un problema de menor importancia para las potencias occidentales cuando el 10 de mayo de 1940 se vieron sorprendidas ante el ataque fulminante de Hitler a través de los Países Bajos y de Bélgica. En este último país, la cooperación de la Luftwaffe o fuerza aérea alemana con las unidades acorazadas fue decisiva para romper las líneas de defensa. El 12 de mayo, los alemanes cruzaron la frontera franco-belga, y el 22 de junio, tres quintas partes de Francia, incluyendo París, estaban ocupadas. Sin embargo, buena parte de las tropas británicas en Francia, así como otros grupos de diversas nacionalidades, lograron escapar por el puerto de Dunquerque. Se firmó entonces un armisticio entre Alemania y Francia, representada ésta por el mariscal Philippe Pétain, héroe francés de la primera guerra mundial. A partir de entonces, los alemanes ocuparon todo el norte de Francia, desde la frontera suiza al canal de la Mancha y el Atlántico, y una franja de la costa atlántica desde el bajo Loira al extremo oriental de los Pirineos. El gobierno francés, con sede en Vichy, conservaba el control de dos quintas partes de Francia y de la armada y la fuerza aérea, que, sin embargo, habían de mantenerse neutrales. Mientras tanto, el general Charles de Gualle, desde Londres, radiaba proclamas invitando a los franceses a continuar la resistencia contra los invasores alemanes.
Durante agosto y septiembre de 1940, la Luftwaffe alemana lanzó un bombardeo aéreo masivo sobre el Reino Unido en un intento de debilitar al país para una invasión posterior a través del canal. Los británicos tenían a su favor un sistema de detección por radar y un tipo de caza, el "Spitfire", superior a cualquier avión alemán.
En la batalla de Inglaterra se fue imponiendo finalmente la Royal Air Force británica, y Hitler pospuso indefinidamente la invasión. Por primera vez, el avance alemán había sido frenado, lo que tuvo un enorme valor simbólico
Después del fracasado intento de invasión de Gracia por parte de Italia en noviembre de 1940, Hitler incorporó sucesivamente a Hungría, Rumania y Eslovaquia al Eje. Bulgaria se unió en marzo de 1941. En abril, Alemania atacó a Yugoslavia y Grecia, que fueron invadidas a finales del mes. El estado yugoslavo se disolvió completamente, y Grecia fue ocupada por los italianos, excepto Atenas, Tesalónica y Demótica, en Tracia, así como las islas de Quíos, Lesbos, Samos, Melos y Creta, que se reservaron los alemanes para sí.
En junio de 1941, Hitler rompió el pacto de no agresión de 1939 y atacó a la Unión Soviética. La amistad de este país, sin la que las victorias de 1939-1940 hubieran sido imposibles, ya no le era necesaria a Alemania. Unidades armadas alemanas entraron en territorio soviético y en diciembre habían llegado a los alrededores de Moscú, antes de que los contraataques y los rigores del invierno paralizaran la ofensiva.
La guerra en el Pacífico y las primeras victorias aliadas
Cuando la guerra se inició en Europa en septiembre de 1939, los japoneses, a pesar de su continuado avance en China, no veían el final de un conflicto que se les antojaba largo y estéril. La declaración de guerra del Reino Unido y Francia contra Alemania abrió al Japón la perspectiva de apoderarse de colonias europeas en el sudeste de Asia y en el Pacífico. A finales de 1940, Japón había decidido que en caso de iniciar una ofensiva, ésta tendría como objetivo las posiciones de los Estados Unidos, su principal adversario en el Pacífico.
Entre el 7 y el 8 de diciembre de 1941, los japoneses bombardearon las instalaciones estadounidenses en Pearl Harbor, Hawai, y en las Filipinas. A continuación, los Estados Unidos declararon la guerra a las potencias del Eje.
A pesar de la ventaja inicial obtenida por medio del ataque sorpresa, Japón perdió las batallas navales decisivas del mar del Coral y de Midway en mayo y junio de 1942. En este momento, la guerra en el Pacífico cambió de signo. Japón había perdido sus portaaviones de primera línea y la mayoría de sus mejores pilotos. En lo sucesivo, las fuerzas navales de los japoneses y de los aliados quedaron igualadas. La estrategia estadounidense en el Pacífico consistía en utilizar fuerzas navales y anfibias para avanzar por las cadenas de islas hacia Japón, mientras que fuerzas terrestres en menor escala cooperaban con los chinos y los británicos en el continente asiático.
En el norte de África, los británicos, que en 1940-1941 habían eliminado fuerzas italianas mucho mayores, entablaron batalla con el Afrika Korps alemán dirigido por el mariscal Erwin Rommel. En julio de 1942, la ofensiva alemana contra Egipto fue detenida en la batalla de El-Alemein. En ese momento terminaron las esperanzas de Alemania de conseguir una victoria rápida en África. Las tropas de Rommel se encontraban exhaustas y sometidas además al acoso de los británicos. A mediados de octubre de 1942 llegaron refuerzos aliados al norte de África. La superioridad numérica sobre las tropas alemanas fue en aquél momento tan fuerte que en noviembre Rommel carecía de fuerza para resistir y ordenó la retirada. Las tropas alemanas se replegaron gradualmente hacia Túnez, hasta que capitularon en mayo de 1943.
La derrota del Eje
En julio de aquel año, fuerzas aliadas desembarcaron en Sicilia desde el norte de África. La invasión representaba una amenaza directa para Italia. Cuando Mussolini reveló al Gran Consejo Fascista que los alemanes estaban proyectando la evacuación de la mitad sur de Italia, la mayoría del consejo votó una resolución en contra de Mussolini, que dimitió y fue arrestado el 25 de julio.
El rey Victor Manuel III ordenó entonces la formación de un nuevo gobierno, a cuyo frente se puso Pietro Badoglio. Desde Sicilia, los aliados pasaron a Italia con el desembarco en Salerno en septiembre de 1943. Los alemanes reforzaron sus defensas en el norte y centro de Italia y continuaron luchando duramente contra las tropas aliadas durante el resto de la guerra.
En el frente oriental, desde agosto de 1942 a febrero de 1943, los alemanes llevaron a cabo un asedio de Stalingrado (posteriormente Volvogrado) que chocó con una dura oposición y que finalmente no tuvo éxito. Las fuerzas alemanas en la Unión Soviética perdieron ímpetu. Mientras las bajas humanas y de equipo obligaban a los alemanes a abandonar su proyectada ofensiva, el ejército rojo mejoraba continuamente la calidad de su mando y aumentaba su fuerza recurriendo a sus enormes reservas de hombres. En el verano de 1943 tenía una superioridad numérica de cuatro a uno sobre los alemanes, que comenzaron a retroceder.
A partir de 1944, las fuerzas alemanas habían iniciado una retirada parcial del este con el fin de prepararse para contener la invasión aliada que esperaba en el oeste de Europa. No se sabía, sin embargo, dónde tendría lugar. La misión había sido confiada al general Dwight Eisenhower, y recibió el nombre de "operación Overlord". El 6 de junio de 1944 (que se conocería como Día D), 156.000 hombres desembarcaron en las playas de Normandía, procedentes del sur de la Gran Bretaña. Las fuerzas invasoras estaban compuestas por soldados británicos, canadienses y estadounidenses, y pequeños grupos de otras nacionalidades. Los aliados hicieron rápidos progresos en el norte de Francia gracias a su fuerza aérea, capaz de interferir decisivamente el movimiento de las reservas alemanas.
Comenzaron también en este momento las dudas y las disensiones por parte de los mismos alemanes.
Aparte del progreso de los aliados, un acontecimiento desmoralizó a los mandos alemanes: el fracaso y las consecuencias de una conspiración contra Hitler.
El curso desastroso que había tomado la guerra y la alarma ante los crímenes del régimen nazi, llevaron a cierto número de civiles y de oficiales a formar una oposición secreta que decidió finalmente matar al Führer. El complot fracasó y la reacción nazi fue salvaje: 200 conspiradores implicados y otras cinco mil personas más remotamente relacionadas con el complot fueron condenados a muerte.
Hitler y sus fanáticos partidarios, cada vez más alejados de su pueblo, tenían todavía la esperanza de inclinar la balanza a su favor mediante el empleo de armas nuevas que los científicos alemanes estaban perfeccionando. Pero la realidad era que la superioridad aliada hacía ya completamente infructuosos los esfuerzos de Alemania. Los aliados consolidaron rápidamente su dominio de Francia y comenzaron un avance hacia el este que finalizaría con la ocupación de Alemania entre marzo y abril de 1945. Hitler ordenó la movilización de todos los hombres de edades comprendidas entre los 16 y los 60 años en un intento desesperado de defender el Tercer Reich. Mientras tanto, el ejército soviético avanzó hacia el oeste y ocupó la mitad oriental de Alemania. Antes de que sus tropas estuviesen listas para el asalto final, los aliados intensificaron sus bombardeos aéreos. Esta ofensiva culminó el 13 de febrero de 1945 con una serie de cinco ataques sobre Dresde, que quedó completamente destruida.
En el momento más crítico del colapso alemán, con Berlín rodeado de tropas soviéticas, Hitler, aislado y presa de la desesperación, se suicidó el 30 de abril de 1945. La rendición definitiva de las fuerzas alemanas se firmó el 8 de mayo. La guerra había terminado oficialmente en Europa.
En el Pacífico, el general estadounidense Douglas MacArthut aniquiló prácticamente a la armada japonesa en la batalla naval del golfo de Leyte y abrió el camino a los Estados Unidos para la ocupación de las Filipinas, objetivo primordial de la campaña. En marzo de 1944, Manila se rindió, y en marzo y junio del año siguiente los Estados Unidos capturaron las islas de iwo Jima y Okinawa después de una encarnizada lucha con los japoneses. Quedaba entonces libre el camino para un bombardeo masivo del Japón e incluso una posible invasión. Se estaba preparando, sin embargo, algo mucho más contundente.
En efecto, los Estados Unidos, a partir de experimentos alemanes, habían elaborado una bomba atómica. Harry S. Truman, quien asumió la presidencia estadounidense tras la muerte de Franklin D. Rooselvelt, había estimado que la bomba atómica podía utilizarse para derrotar a Japón de tal forma que costaría menos bajas a Estados Unidos que una invasión tradicional. El 6 de agosto fue lanzada la primera bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima.
Ochenta mil personas murieron abrasadas o a consecuencia de la radiación, y otras setenta mil quedaron gravemente afectadas. Dos días después, la Unión Soviética declaró la guerra a Japón, y el 9 de agosto, los estadounidenses lanzaron una segunda bomba nuclear sobre Nagasaki. Los japoneses, ante esta demostración de fuerza, se rindieron formalmente el 2 de septiembre de 1945.
La segunda guerra mundial arrojó un balance de entre 35 y 60 millones de muertos, de ellos gran número de civiles. Los bombarderos masivos de ciudades e instalaciones industriales generaron asimismo enormes pérdidas materiales. La capacidad ofensiva de las nuevas armas y tácticas de guerra (transportes y bombardeos aéreos, portaaviones, unidades de paracaidistas, tanques con potentes cañones, bombas auto pulsadoras y bombas atómicas) explica las grandes destrucciones y matanzas producidas, sobre todo, en la Unión Soviética, Alemania, Japón, Francia y el Reino Unido.
Las conferencias de paz de Teherán (1943), Yalta y Potsdam (ambas en 1945) cambiaron el mapa del mundo y sentaron las bases de un nuevo período histórico en el que la vieja Europa cedió su hegemonía a las dos nuevas superpotencias que se consolidaron durante y tras la guerra: los Estados Unidos y la Unión Soviética.
HECHOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
(1939-1945)
Dado los antecedentes que produjeron que la situación se fuera agravando, Alemania acentuó su presión, Polonia siguió negándose a ceder, Inglaterra y Francia continuaron apoyándola, aunque tratando de lograr un apaciguamiento. No tardó en estallar el conflicto.
El 1 de Septiembre, La Gran Bretaña se consideraría en guerra con Alemania. La guerra entre las potencias occidentales y Alemania había comenzado. Contra lo esperado y lo previsto en el tratado germano-italiano, Italia no entraba en la guerra; pero no declaraba, sin embargo, la neutralidad.
La guerra, en su primera fase, fue una típica guerra europea; Esta primera coalición es poco numerosa; en ella figuran solo Inglaterra, Francia y Polonia. Hitler comenzó por someter a Polonia.
Esto era relativamente fácil para los alemanes, ya que contaban con una superioridad numérica, de material, mandos y preparación. Además, la situación estratégica era absolutamente favorable a Alemania: sus territorios, desde Prusia Oriental a Silesia y Eslovaquia, rodeaban al territorio Polaco.
Así pues comenzó Hitler con toda tranquilidad, la labor de destruir el ejército polaco. El 1 de Septiembre, comenzó la invasión de Polonia y la aviación alemana inició el sistema de grandes bombardeos contra la retaguardia. El 9 comenzaba la batalla por Varsovia, mientras los polacos eran derrotados por todos los sectores. La ciudad de Varsovia, destruida casi totalmente por la aviación alemana, caía en las manos de las fuerzas de Hitler.
Liquidada Polonia, Hitler pronunció un discurso ofreciendo la paz a los occidentales, quienes rechazaron la propuesta. Entonces comenzó una curiosa guerra: la guerra sin guerra. Los ejércitos adversarios, el franco-británico y alemán, se encontraban con las armas al hombro sin realizar operación alguna.
La "guerra relámpago" estalló en Occidente, sin que ningún síntoma aparente lo hiciera sospechar, el 9 de Abril de 1940 las tropas alemanas invadían Dinamarca y desembarcaban a todo lo largo de las costas noruegas. La invasión a Dinamarca se completó en una sola noche.
Se inició, la invasión de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, en la madrugada del 10 de Mayo, Alemania desencadenaba un ataque violentísimo con intervención de sus armas conocidas y temibles: aviación y tanques, poniendo en juego un sistema nuevo: los paracaidistas, soldados escogidos, armados e instruidos especialmente para ser arrojados en la retaguardia enemiga, y las fuerzas aerotransportadas en aviones dispuestos a propósito.
Todos estos acontecimientos pusieron en situación desesperada a los franco-británicos cercados. Tanto que se dispuso su evacuación, realizada lo mejor que se podía en dichas circunstancias, salvándose más de trescientos mil hombres el 3 de Julio de 1940, además Italia el 10 declaró la guerra a Inglaterra y Francia.
El 5 los alemanes desencadenan una nueva ofensiva en el Soma, el 14 entran en París y firman el armisticio: Hitler acude a la firma, que por su expresa decisión, se efectúa en el bosque de Compiégne, en el mismo lugar donde, en Noviembre de 1918, Alemania sufrió la misma humillación.
La derrota de Francia hubiera podido significar el fin de la guerra, lo creyó mucha gente a través del mundo, pero no era así. Al discurso que pronunció Hitler ofreciendo la paz, contestó Churchill:
"Inglaterra no quiere la paz ni tolera que se hable de ella. No pide que se le tenga lástima. Nos defenderemos en cada aldea, en cada ciudad, en cada calle y preferimos ver a Londres convertido en escombros y ruinas que esclavizada".
Quedaban frente a frente los elementos esenciales de la guerra: Alemania con la más poderosa fuerza terrestre e Inglaterra con la primera flota de los Océanos. Se produjo una espera durante la cual el mundo aguardó la decisión que tomarían. La orden no llegó porque se produjo la batalla de Inglaterra, o sea, los grandes combates aéreos en los cuales la aviación inglesa, aunque muy inferior en número, logró a fuerza de valor y patriotismo desbaratar los planes del adversario destruyéndole muchos más aparatos de los que contaba perder y reduciendo notablemente su superioridad aérea.
Churchill, refiriéndose a aquella lucha, pronunció una de sus famosas frases, referida a la gratitud debida por los ingleses a los pilotos británicos de aquella lucha:
"Nunca tantos debieron tanto a tan pocos"
Alemania, Italia y el Japón subscribieron un pacto Tripartito, en el cual se hacia el mantenimiento de la paz. Sólo se resistieron dos estados balcánicos: Grecia y Yugoslavia. Pero los alemanes habían penetrado en Bulgaria y desde allí, el 6 de abril atacaban a ambos países. El 9 era ocupada Salónica y Yugoslavia se hundía también. Este hecho convertía a Alemania de una potencia meramente europea en una potencia mundial: instalada en Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y los Balcanes, aliada de Italia, lo cual le permitía una acción mediterránea y africana, su posición era fortísima.
Posteriormente, a fines del año 1940 y principios de 1941, los italianos habían sido arrojados del desierto costero de Egipto y los ingleses, pasando a la contraofensiva, penetraron en Libia y ocuparon toda la Cirenaica después de una violenta batalla. Pero el 24 de febrero de 1941 entró en acción el "Afrika Korps", unidad alemana especialmente preparada para la lucha en el desierto.
En el verano de 1942 Hitler continuaba al frente de Europa la guerra se acercaba al final del tercer año. La administración y el gobierno de los países ocupados comenzó a constituir un problema para los nazis. El llamado "nuevo orden" de Hitler estribaba en utilizar todos los recursos económicos de los países ocupados y forzar a los obreros en trabajar duramente en la producción de materiales de guerra.
Los habitantes de los países ocupados sufrían un gobierno despótico sin derechos ni libertades. Al principio la población civil parecía resignada a su situación; sin embargo, al darse cuenta de la explotación sistemática a que se hallaba reducida, despertó pronto de su apatía. Pequeños y decididos grupos de patriotas franceses comenzaron a dinamitar trenes alemanes y a arrojar bombas en los cuarteles. Atacaron no sólo a los nazis, sino a los propios franceses que colaboraban con el enemigo.
Mientras tanto en las prisiones de Belsen y Buchenwald fueron exterminados millares de penados en las cámaras de gases.
Hitler concentró unas 200 divisiones en el frente ruso auxiliadas por otras muchas que proporcionaron Finlandia, Rumania, Hungría, Italia, etc. Su objetivo principal fue la región petrolífera del Cáucaso, no sólo para abastecer a sus ejércitos sino para privar de combustible a los Rusos.
Los tres grandes: Roosevelt, Churchill y Stalin se reunieron en Teherán, que estaba ocupado por los rusos, por haberse negado, y Stalin tubo que apartarse de territorios ocupados por sus fuerzas, esto ocurrió a fines de Noviembre de 1943.
Los seis primeros meses de 1944 la aviación castigaba terriblemente las ciudades alemanas y los territorios ocupados, imposibilitando el trabajo, aniquilando industrias de guerra y desorganizando la red de comunicaciones.
El 12 de febrero los tres grandes formaron la conferencia de Yalta, en donde se determinó "eliminar par siempre el estado mayor Alemán, transportar y destruir todo el equipo militar Alemán, eliminar o controlar toda la industria alemana que pudiera ser utilizada para la producción militar y castigo a los criminales de guerra entre otras cosas".
En 1945 cuando culminó la guerra con la liberación de todos los prisioneros, las bajas militares no dan una idea exacta de la magnitud de la catástrofe. Las pérdidas de vidas en los campos de concentración, las causadas por las migraciones forzadas, los heridos, inválidos y parcialmente incapacitados deben ser tomados en cuenta en el cálculo total de la masacre.
Otra consecuencia de suma importancia en esta guerra fue el consumo exorbitante de recursos naturales empleados en el conflicto.
Al ser derrotados los países del eje, las potencias victoriosas crearon una organización internacional para la preservación de la paz (ONU).
Orígenes de la Segunda Guerra Mundial
Conflicto armado entre las grandes potencias y la mayoría de los países del mundo, dura desde 1939 hasta 1945. En el mismo perecieron más de 15.500.000 personas.
Campaña del Norte de África
La Primera Guerra Mundial terminó en 1918, y el año siguiente se firmó el Tratado de Versalles. La paz de Versalles procuro restablecer el equilibrio europeo tal como existía antes de la guerra franco-prusiana de 1870. Se intentó conferir a Francia la hegemonía política en el continente y contener la posibilidad de una agresión alemana mediante una serie de alianzas defensivas. Los estadistas aliados esperaban mantener la paz apoyados en cuatro factores: el militar, el político, el económico y la moral de la opinión pública
Con la conquista, por parte de Adolfo Hitler, del poder político en Alemania (1933), comenzó la rápida desintegración del equilibrio europeo. En 1933, Alemania se separó de la Sociedad de Naciones y en violación del Tratado de Versalles, comenzó a armarse. En 1934, Hitler trató de anexarse a Austria, a pesar de las protestas de Francia e Inglaterra. El plan no tiene éxito, porque Italia moviliza cuatro divisiones de su frontera.
El siguiente paso hacia el desequilibrio europeo lo dio Italia. Desde su ascenso al poder en 1922, Mussolini había seguido una política agresiva y militarista. En 1926 logró establecer un protectorado sobre Albania que colocó a Italia en una posición privilegiada en el mar Adriático. Con la conquista de Libia (1928), Mussolini logró amenazar los intereses franceses e ingleses en el Norte de África.
No fue, sin embargo, sino hasta Octubre de 1935 cuando se lanza a la gran aventura colonial, la conquista de Etiopía. Hitler se mantuvo neutral oficialmente, pero privadamente, envía materiales de guerra a Italia. Los pequeños estados de la Sociedad de Naciones lograron que éstos establecieran sanciones económicas contra Italia. Dichas sanciones, sin embargo, no dieron los resultados que se deseaban, porque entre los productos prohibidos no se incluyó el petróleo, que era el único material de guerra que Italia necesitaba en su campaña militar. Etiopía fácilmente derrotada, y el efecto moral producido por su conquista, resultaron desastrosos para la paz.
La guerra de Etiopía facilitó la formación del denominado eje Roma-Berlín. Hitler concedió a Mussolini manos libres en el área del Mediterráneo, a cambio de lo cual Italia no se opondría a la dominación alemana de Austria. La Sociedad de Naciones resultó ineficaz para proteger a una nación pobre e impotente, y esto le hizo perder casi todo el prestigio que le quedaba.
El ambiente, tensión y crisis no quedó limitado solo al teatro europeo. Desde hacía varios años Japón tenía designios imperialistas en Asia. La invasión Japonesa de Manchuria comenzó en Septiembre de 1931, y China protestó ante la Sociedad de Naciones, la cual se limitó a designar una comisión investigadora.
En Julio de 1936 ocurrió una sublevación militar en España contra el gobierno republicano. Hitler y Mussolini apoyaron abiertamente a los rebeldes y les enviaron armas, pertrechos y soldados.
Francia, Inglaterra y Los Estados Unidos optaron por la neutralidad, temerosos de que el conflicto se transformara en una guerra mundial.
De acuerdo con su táctica de actuar durante la crisis, Hitler se anexó a Austria cuando la atención de las potencias se concentraba en España. Conocedor de que Francia no actuaría sola, obtuvo de Inglaterra la promesa de que no intervendría en asuntos de la Europa central. Italia, que había visto frustrados sus planes en 1934, era una aliada fiel. En Febrero de 1938 presentó Hitler demandas inaceptables al gobierno austriaco. En seguida sobrevino una intervención militar y, en Marzo del propio año, Austria quedó bajo el dominio nazi.
Hitler inició una activa propaganda en favor de la libre determinación de las Naciones Invadidas o Dominadas por Alemania
HECHOS SIGNIFICATIVOS DE LA PRIMERA GUERRA (1914-1918)
Hay muchos factores que considerar en los orígenes y causas de la I Guerra Mundial: ninguno de ellos es suficiente, y todos son contaminantes. Uno es la continuación histórica de de los grandes conflictos de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en donde potencias centrales en torno a Alemania se encontraban frente a aliados en torno a Rusia, Francia y Gran Bretaña. Otro, un poco dudoso, es el enfrentamiento de democracias y autoritarismo.
Un factor clave es la lucha imperialista por el reparto del Mundo, ya que en efecto, en 1914 Europa dominaba el mundo, salvo por los Estados Unidos y el Japón, y las riquezas estaban irregularmente distribuidas. Además, algunos países veían en la guerra la posibilidad de resolver sus conflictos internos.
Sus principales protagonistas: el emperador de Austria Francisco José, el zar Nicolás II de Rusia y el Káiser Guillermo II de Alemania
La Gran Guerra duró cuatro años, que los tratadistas militares dividen en tres períodos: En los primeros meses, guerra de movimientos; en los tres años siguientes guerra de posiciones o trincheras y el período de ofensiva alemana y contraofensiva aliada que en un plazo de catorce semanas y gracias a la intervención de los Estados Unidos, terminó con las potencias centrales y las redujo a un estado de postración. De este estado de postración y de los tratados de paz subsiguientes iba a salir el fenómeno del nazismo.
Los tratados de paz no fueron fáciles: las potencias vencedoras no estaban de acuerdo entre sí sobre el reparto de los territorios de los perdedores y sobre el destino de Alemania. Francia pretendía el desmembramiento de su enemiga y por su parte Gran Bretaña y Estados Unidos veían ya la necesidad de conservarla como nación fuerte para el comunismo, tesis que se repetiría al final de la II Guerra Mundial
Finalmente el Tratado de Versalles decidió el reparto de territorios y colonias de Alemania, la reducción de su ejército a 10.000 hombres y la obligación germana de pagar indemnizaciones de guerra por las reparaciones a los daños hechos a los aliados.
Los cambios que produjo esta guerra fueron: la revolución bolchevique (comunista) en Rusia, la entrada de los Estados Unidos en Europa y, por supuesto, las bases para la II Guerra Mundial. Una vez más, una guerra de enorme envergadura no había acabado las contradicciones, sino que, además de aumentarlas, creó otras nuevas.
TRATADO DE VERSALLES
Con este tratado se dio fin a la Primera Guerra Mundial de 1914-1918. Cuatro estadistas lo confirieron: Wilson presidente de los Estados Unidos, Lloyd George por Inglaterra, Clemenceau por Francia y Orlando por Italia, representando a las potencias más importantes.
Este tratado fue el resultado de un armisticio que solicito Alemania, al ver agotados todos sus recursos, pero que en realidad, fue una verdadera rendición. Las condiciones finales se discutieron en París en un congreso de delegados de todas las naciones que directa o indirectamente habían participado en la guerra, todos excepto los vencidos. Estos tuvieron que aceptar los tratados que se habían redactado por los vencedores, sin poder participar en las discusiones. Fue un juicio que condenó a los criminales (los vencidos) sin concederles el derecho de defensa. Los alemanes lo llaman el Diktat, lo que quiere decir "condena".
El tratado de Versalles fue juzgado severamente, he aquí lo que The World comentaba en aquellos días: "En toda la historia de la diplomacia no existe un tratado que pueda calificarse con más justicia de crimen internacional, como ese estrafalario documento que se quiere hacer firmar a los alemanes". Muchos autores juzgan que éste tratado es el que da origen a la catastrófica Segunda Guerra Mundial del siglo XX debido a sus deficiencias y errores.
BENITO MUSSOLINI 1883-1945
Llamado "El Duce", nacido en 1883 en la romana, militante socialista primero, dejó la carrera de maestro de escuela que iba muy mal a su temperamento, para huir al extranjero. Se hizo periodista, trabajó especialmente en Treno, en territorio austríaco y después al frente de Avanti, el gran periódico socialista. Hizo la guerra y fue herido. Asiduo lector de libros y de artículos, se convirtió en un fanático nacionalista. Fundó el primer fascio de Milán. Crea un partido fascista en Mayo de 1921. Además poseía las características físicas e intelectuales propias de un gran orador, con lo cual seducía a miles de s eres que le escuchaban.
En 1922 escaló el puesto de primer ministro de Italia. Se jactaba de que haría del país una nación poderosa, próspera y comercial. Su habilidad oratoria fue del agrado de sus compatriotas. Sin embargo, los 21 años de su gobierno dejaron arruinada a su patria.
Tras los años que siguieron a la terminación de la Primera Guerra Mundial, las condiciones que prevalecían en Italia eran pésimas. Mucha gente carecía de trabajo y las huelgas se sucedían en todo el país. El gobierno era demasiado débil para poner fin al malestar. Aprovechando esta confusión, Mussolini formó el partido político llamado los fascistas, a los que solía llamar también "camisas negras". Los fascistas ayudaron a romper huelgas. Iban armados y asesinaron a muchos líderes de los partidos contrarios. Mussolini renunció por completo a sus ideas socialistas en 1922, y juró apoyar al rey, con lo que se ganó las simpatías de muchos jefes militares e industriales.
Cuando se desencadenó la Segunda Guerra Mundial permaneció al margen hasta que los ejércitos franceses se derrumbaron. Entonces decidió participar en la contienda al lado de Hitler de quien vino a ser casi lacayo. Para el 25 de Julio de 1943 había perdido Italia todas sus colonias en Africa, así como Sicilia.
Renunció Mussolini la jefatura del gobierno el 25 de julio de 1943. El mariscal Pedro Badoglio, su sucesor, lo puso preso, pero fue rescatado por tropas alemanas. Hitler confirió a Mussolini la jefatura de la parte de Italia todavía en poder de Alemania. Cunado se avecinaba el fin de la guerra en Europa, en abril de 1945, patriotas italianos lo aprehendieron en las afueras del pueblo italiano de Dongo, y después de un somero "juicio", lo ejecutaron.
GENOCIDIO JUDÍO
A principios de 1933 sonó la hora que dirigía a Alemania hacia el más bajo envelecimiento y manchar su nombre con el más monstruoso crimen de la historia de la Humanidad: el 30 de enero de aquel año Hitler fue nombrado Canciller. Después de quince años de intentos para vivir siguiendo el modelo y las reglas de un sistema democrático, llegó el final de la Alemania que reconocía los principios morales, la religión y el derecho.
Con la toma del poder, el camino estaba libre para convertir en un hecho lo que en el proyecto de su programa de su partido figuraba ya como objetivo desde hacía largo tiempo: evitar cualquier influencia judía (tanto en la política, la cultura y la economía) y proceder a una expulsión de los judíos del estado nacionalista. El "espíritu ario" no tenía que ser amenazado por más tiempo por el "fermento de descomposición". A través de la Prensa y de la Radio se puso en práctica una intensiva campaña difamatoria. En todas las escuelas se introdujo como asignatura obligatoria la "ciencia de la raza", asignatura seudo científica que se instituyó en todas las facultades. En particular la juventud fue especialmente educada en el sentido de considerar los principios del antisemitismo como una sólida base para una Gran Alemania futura.
No se levanto ninguna protesta cuando el 1 de abril de 1933 se provocó en todas las ciudades un boicot contra los comerciantes judíos. Pocos días después de esta primera prueba, el 7 de abril de 1933, fue aclamado por los nacionalistas alemanes el "Decreto para la reorganización de los funcionarios", decreto que disponía de la jubilación de todos los empleados de ascendencia no aria.
Había empezado una serie de leyes de excepción antijudías. Dos años después, el 15 de septiembre de 1935, Hitler promulgó las llamadas "Leyes de Nuremberg" para la protección de la sangre y el honor alemán en la ciudad que ya se había distinguido en la edad Media como semillero de ideas antijudías. Estas leyes degradaron oficialmente a los judíos alemanes a la categoría de ciudadanos de segunda clase y les robaron para siempre la ciudadanía alemana. Fueron prohibidos los enlaces matrimoniales, así como las relaciones sexuales extramatrimoniales entre "arios" y judíos; los judíos perdieron el derecho al voto, tanto activo como pasivo, y ninguno de ellos podía desempeñar un cargo público.
No obstante, la Alemania culta calló. No se levantó la indignación de la burguesía ni los profesores de las escuelas superiores protestaron cuando, de la noche a la mañana, fueron expulsados de sus cátedras los colegas judíos.
En marzo de 1941 fue decidida la exterminación biológica de los judíos, decisión que fue guardada en el mayor secreto. Tenía que ser llevada a cabo por tropas de asalto de la SS.
El 20 de enero de 1942 la SS, Gruppenffuhrer Heydrich, representante de Hitler y jefe del servicio de seguridad, dio a conocer en una conferencia secreta en Berlín la "solución final". La tesis para la destrucción masiva de todos los judíos de Europa era: muerte inmediata para todos los incapacitados para el trabajo, trabajos forzados para los aptos, bajo condiciones mínimas de vida hasta llegar a su muerte por agotamiento. Para la "liquidación inmediata se ordenó la utilización del gas en los campos de exterminio, y los fusilamientos en masa.
Los campos de exterminio se encontraban en Auschwitz, Belzec, Treblink, Mauthausen, Majdanek, Sobibor e Izbica.
En los primeros tiempos las víctimas fueron aniquiladas con muchos sufrimientos, con los gases de escape de un motor Diesel. Más tarde el asesinato masivo se perfeccionó: la firma DEGESCH suministró el gas Cyklon B, de efectos muy rápidos. Con él los judíos fueron muertos con un procedimiento racionalizado, en vagones de tren acondicionados o en salas que estaban camufladas como duchas. A los condenados al aniquilamiento, se le conducía desnudos a la cámara de gas. Todo lo que todavía poseían, vestidos, zapatos, anillos y recuerdos, se les había quitado anteriormente. Pero esto no era aún suficiente: a los cadáveres les quitaban las muelas de oro antes de lanzarlos al horno crematorio.
En verdaderas hecatombes, las cámaras empezaron a engullir hombres indefensos, cuyo único "crimen" era el haber nacido de padres judíos y pertenecer al pueblo que había transmitido al mundo la Biblia y los diez mandamientos, el quinto de los cuales ordena: "¡No matarás!"
La magnitud y la crueldad del infierno al que se llego por orden de los gobernantes nazis, seres civilizados en apariencia, supera toda descripción. Sólo en las cámaras de gas de Auschwitz y Birkenau fueron asesinados en dos años más de un millón setecientos cincuenta mil judíos, en Majdanek casi un millón y medio, y en el territorio de Kamientoz-Podolski fueron fusilados treinta y un mil.
En todo el tiempo que duró la guerra se mataron aproximadamente 6 millones de judíos y unos 3 millones entre otras minorías.
ADOLFO HITLER 1889-1945
Adolfo Hitler "El Führer", hijo de un aduanero austríaco, nació en 1889 en una villa austriaca cercana a Baviera, cerca de la frontera; no quiso ser funcionario como su padre. Se creyó predestinado para lograr el Anschluss o incorporación de Austria al Reich Alemán. Tenía ambiciones artísticas, pero fracasó lamentablemente. Desde entonces llevo una vida oscura y miserable en Viena y después en Munich, leyendo con pasión y de modo desordenado, maldiciendo a Habsburgo porque impedían la unidad del pueblo alemán, y aprendiendo, por razones misteriosas, a odiar a los judíos que corrompían la sangre pura del pueblo elegido e introducían la traición en su política. Fue soldado y después cabo del ejército alemán. Amaba la guerra, se convirtió pronto en el jefe indiscutible del partido al que dio su nuevo nombre "Partido nacional-socialista alemán del trabajo", trató de tomar el poder el 9 de Noviembre de 1923, pero fracasó y fue a parar a la cárcel, donde escribió su célebre libro-programa "Mein Kampf", sin saber lo que en él se profetizaba. La originalidad de Hitler esta en la combinación de una fe absoluta en su doctrina y en su carácter sin fisuras. Cumplirá todo cuanto ha dicho, incluso, aunque llegue al desastre.
El 20 de Julio de 1944 ocurrió un atentado contra Hitler. Este se hallaba en su Cuartel General, cuando estalló un explosivo de una gran fuerza colocado junto a él por un alto oficial del ejército. El Führer quedó herido levemente y murieron varios de sus compañeros. Se adoptaron precauciones y se dictaron condenas a muerte de varios militares de alta graduación. Aunque no tenía el físico con las características de un gran orador: su figura, su actitud y el timbre de su voz desilusionaban a quién por primera vez le veía aparecer en la tribuna; en realidad si lo era, ya que poco a poco, la voz le cambiaba, animaba de modo singular su semblante vulgar, su fuerza magnética la trasmitía al auditorio, gritaba su odio o su fe y se aseguraba triunfos formidables, nadie imaginaba las consecuencias de su exaltación convulsiva, propiciando el entusiasmo, el sacrificio por la raza, el odio, la violencia y la muerte si es preciso. Hitler se suicido al finalizar la guerra, cuando no vio otro escape.
Sociedad de Naciones, La Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias
El que Hitler en un primer momento también pudiera imponer casi sin resistencia los objetivos de su política exterior fortaleció adicionalmente su posición: en 1935 el Sarre, que hasta entonces había estado bajo la administración de la Sociedad de Naciones, fue reintegrado a Alemania y en el mismo año el Reich recuperó la soberanía en el plano militar; en 1936 las tropas alemanas invadieron Renania, que había sido desmilitarizada en 1919; en1938 Austria fue anexionada al Reich y las potencias occidentales permitieron a Hitler la anexión de los Sudetes.
Todo esto le facilitó la realización de sus demás metas, aun cuando en todos los estratos de la población hubo personas que valientemente ofrecieron resistencia a la dictadura. Inmediatamente después de la toma del poder, el régimen había comenzado a llevar a la práctica su programa de antisemitismo.
Poco a poco se privó a los judíos de todos los derechos humanos y civiles. Quien pudo, procuró escapar a estas vejaciones huyendo al extranjero.
La persecución de los adversarios políticos y la opresión de la libertad de opinión empujaron también a miles de personas fuera del país. Muchos de los intelectuales, artistas y científicos alemanes más ilustres emigraron.
La Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias. Sin embargo, Hitler quería más. Desde el comienzo realizó los preparativos para una guerra que estaba dispuesto a llevar a cabo a fin de lograr la dominación de Europa. Esto ya se patentizó en marzo de 1939, cuando hizo entrar a sus tropas en Checoslovaquia. El 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Polonia, desencadenó la Segunda Guerra Mundial, que duró cinco años y medio, asoló gran parte de Europa y les costó la vida a 55 millones de personas.
Al principio, las tropas alemanas vencieron a Polonia, Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Yugoslavia y Grecia; en la Unión Soviética avanzaron hasta cerca de Moscú y en el Norte de África amenazaron el Canal de Suez. En los países conquistados se estableció un duro régimen desocupación frente al que se alzaron los movimientos de resistencia. En 1942 el régimen comenzó con la "solución final de la cuestión judía": todos los judíos que pudieron ser detenidos fueron conducidos a los campos de concentración y asesinados. Se calcula que el número total de victimas alcanza los seis millones. En el mismo año en que se iniciaba este crimen inconcebible, se producía también un viraje en la guerra; a partir de entonces comenzaron las derrotas en todos los frentes. El terror del régimen y las derrotas militares reforzaron la resistencia interna contra Hitler. Sus representantes procedían de todos los sectores de la población. Una rebelión conducida principalmente por oficiales del ejército fracasó el 20 de julio de 1944. Hitler sobrevivió a un atentado con bomba en su cuartel general y se vengó sanguinariamente. Más de cuatro mil personas de todos los estratos sociales que habían participado en la resistencia fueron ejecutadas en los meses siguientes. Cómo figuras destacadas de la resistencia baste mencionar aquí, en representación de todas las víctimas, al capitán general Ludwig Beck, al coronel Conde Stauffenberg, al ex alcalde de Leipzig Carl Goerdeler y al líder socialdemócrata Julius Leber.
La guerra continuó. A costa de una inmensa cantidad de víctimas, Hitler prosiguió la lucha hasta que todo el territorio del Reich estuvo ocupado por los Aliados; el 30 de abril de 1945 el dictador se suicidó. El sucesor a quien designara en su testamento, el almirante Dönitz, firmaba ocho días más tarde la rendición incondicional.
FASCISMO Y NAZISMO CARÁCTER RACISTA
Fascismo
Este movimiento nació a causa de la necesidad de autoridad, ultra nacionalismo y extensas ambiciones nacionales. Benito Mussolini creó el 21 de Marzo de 1919, en Milán, el "fascio milanés de combate", con un programa de reformas sociales, conquistas y la voluntad de crear un gobierno fuerte, para eliminar a los partidos responsables de todos los males.
Los Fascios eran "activistas", es decir, que actuaban por la violencia, en especial contra los comunistas, los socialistas y los sindicatos. Se manifiestan en expediciones de castigo: incendio de locales, destrucción de las imprentas de periódicos de izquierda, represalias individuales y asesinatos.
Nazismo
Doctrina de Hitler que aunque simple resultaba emanar de algunos escritores racistas, entre ellos Chamberlain, ésta puede resumirse así: Las razas son desiguales. La raza superior es la de los grandes arios rubios dolicocéfalos (indo-europeos), mejor preservada en Alemania que en cualquier parte del mundo. El pueblo Alemán, es pues, un pueblo superior. Es preciso depurarlo con más perfección, y para ello eliminar a los judíos. Más tarde se tratara de eliminación física. Puesto que el pueblo superior ha sido indignamente humillado por pueblos inferiores, hay que romper la argolla de desigualdad del Tratado de Versalles.
Continuación hay que reagrupar a todos los alemanes, y sólo a ellos, en un "gran Reich". Y, finalmente, hay que lograr que este pueblo tenga un Lebensraum, un "espacio vital".
El resto de la "nueva Europa" será subyugado; se firmaron alianzas, por lo demás desiguales, con los pueblos cuya raza no está demasiado mezclada: escandinavos, neerlandeses, flamencos e incluso británicos, los que hablen lenguas germánicas, serán los aliados selectos. Los húngaros, los griegos y los latinos ocuparan un rango inferior. Y por debajo de todos los eslavos.
CONCLUSION
Este trabajo trató sobre la liga de las naciones la cual está relaciona específicamente con la Primera y Segunda Guerra Mundial la cual da una visualización general el transcurso de este trabajo y además se le da la respuesta a nuestra interrogante; la cual fue focalizada en la introducción y me dio una iniciación para poder realizarlo.
También dentro de este se puede ver que Alemania fue aceptada como estado miembro en 1925, pero a igual que Japón e Italia se retiró de ella al iniciar una política expansionista en la década siguiente.
La Oficina Internacional del Trabajo formó parte de la Sociedad, así como en El Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, que arreglaría jurídicamente los desacuerdos por cuestión de límites y otros pleitos entre naciones.
La Respuesta es: La Sociedad de Naciones fracasó porque carecía de medios para hacer valer sus decisiones. La Sociedad de las Naciones no pudo evitar el estallido de nuevos conflictos internacionales ni cumplir la misión pacificadora para la que había sido concebida
BIBLIOGRAFÍA
Texto : Diccionario Enciclopédico
Editorial : Grijalbo
Edición : 1996
Autor : Jorge Luis Borges
Texto : Diccionario Enciclopédico
Editorial : Edad
Texto : Tesoro de la Juventud
Editorial : Cumbre
Edición : 1986
Página Web: http://www.thefreedictionary.com
LIGA
DE LAS
NACIONES

ORIGEN DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO

El origen del Derecho Internacional Humanitario se remonta a 1864 cuando nace del primer Convenio de Ginebra, firmado en ese mismo año. Sin embargo los conceptos básicos de ese derecho ya existían a nivel consuetudinario, desde mucho antes. Según las fuentes de las que se dispone para conocer el derecho internacional, ya existían, hacia el año 1 000 antes de Cristo, reglas sobre los métodos y medios para conducir las hostilidades.Luego hacia mediados del siglo XIX, los acuerdos concertados para proteger a las víctimas de la guerra sólo eran ocasionales, en realidad se trataba de acuerdos de capitulación militar, válidos la mayoría de las veces solamente mientras duraba el conflicto.El nacimiento del derecho internacional humanitario, ligado al Movimiento de la Cruz Roja, cambia completamente esta situación; en adelante los estados estarán obligados por un tratado universal, aplicable en todo tiempo y circunstancia.1

Definición de Derecho Internacional Humanitario
El derecho internacional humanitario es el cuerpo de normas internacionales, de origen consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los conflictos armados, internacional o no internacionales, y que limita, por razones humanitarias, el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los métodos y los medios utilizados en la guerra, o que protege a las personas y a los bienes afectados por el conflicto.2Esta es una breve definición que trata de encerrar en esencia los principios básicos del derecho internacional humanitario, apoyado en los Convenios de Ginebra, los cuales poseen más de 400 artículos, y constituyen un verdadero "monumento" jurídico que garantiza, desde hace más de 30 años, la protección de innumerables víctimas de conflictos armados.Acerca de la difusión del DIH, depende generalmente de la situación que vive cada país. En aquellos que se encuentran en paz relativa, incluso la promoción y difusión se realiza como aspecto de cultura general, pero en los países convulsionados por conflictor armados internacionales o no internacionales, la necesidad de dar a conocer a la población y especialmente a sus fuerzas militares las normas básicas del DIH para que se respete y aplique es más intensa. Citando un ejemplo, frente a la grave crisis ocasionada por la escalada de violencia en los primeros años de la década de 1990 en el Perú, se intensificó la difusión del DIH hasta llegar al cuerpo mismo del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.3
Paralelo entre Derecho Internacional Humanitario (DIH) y Derechos Humanos (DD.HH)
Para un mejor entendimiento de lo que es el Derecho Internacional Humanitario se presenta el siguiente cuadro comparativo entre el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos:
Derecho Internacional Humanitario - DIH
Derechos Humanos - DD.HH.
Es aplicable en tiempo de conflicto armado internacional o no interna cional, así como en caso de violencia interna.
Son aplicables en todo tiempo y lugar
Protege a todas las personas, sean militares o civiles, en particular a los heridos, enfermos o personas detenidas en relación con los acontecimientos
Protegen a todas las personas, en todo momento (derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales)
El DIH protege a toda persona, incluidos los funcionarios del Estado contra las infracciones graves posiblemente cometidas por los Estados enfrentados en un conflicto internacional, (homicidio, tortura o los tratos inhumanos, apropiación ilícita de bienes).
También protege a estas personas contra infracciones graves cometidas por grupos opositores armados en situación de violencia interna.
Los Derechos Humanos protegen a los individuos de posibles abusos perpetrados por funcionarios del Estado.
El DIH nunca puede ser derogado. El Artículo 3 común a los Convenios de Ginebra coincide con el "núcleo duro" de los DD.HH.
El ejercicio de ciertos derechos tales como la libertad de expresión o de asociación, pueden ser suspendidos durante un estado de excepción (estado de emergencia). No obstante, otros derechos como el derecho a la vida y la prohibición de la tortura o los tratos inhumanos y degradantes, nunca pueden ser derogados o suspendidos. Este es el llamado "núcleo duro" de los DD.HH. (Art. 6,7,8 § 1 y 2, 11, 15, 16 y 18).
El DIH estipula que los Estados Parte en los Convebios de Ginebra, " se comprometen a respetar y hacer respetar" los Convenios (Art. 1 común dee los Convenios de Ginebra), así "como determinar las sanciones penales que se han de aplicar a las personas que hayan cometido, o dado orden de cometer, infracciones graves contra el presente Convenio" (Art. 49, 50, 51 comunes). En los últimos años, la Comunidad Internacional creo dos Tribunales Internacionales encargados de juzgar las infracciones graves contra el DIH cometidas en la Ex-Yugoslavia (Tribunal Penal Internacional de La Haya, Holanda) y en Ruanda (Tribunal Penal Internacional de Arusha, Tanzania)
Existen mecanismos de supervisión internacional universales como el Comité del Pacto de Derechos Civiles y Políticos en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, o mecanismos regionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y tribunales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica).
Tomado del folleto: El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en la República del Perú.

ANTECEDENTES PRINCIPALES DE LAS INSTITUCIONES DE DERECHO INTERNACIONAL

INTRODUCCIÓN

En el Derecho Internacional podemos observar lo difícil que ha sido el obtener en verdad el concepto de este. Pues a tanto que el autor César Sepúlveda se basa en lo que es el derecho de gentes, surgiendo de ahí el Derecho Internacional, para Modesto Seara Vázquez no es importante un derecho de gentes y lo desconoce completamente, pues este se basa en el Derecho Internacional sólo en las fuentes fundamentales, doctrinas y tratados, en el desenvolvimiento del Derecho Internacional de los humanos; avances significativos respecto a un nuevo derecho, más preciso, de los tratados internacionales; mejor comprensión de las relaciones entre derecho y política, la obtención de reglas de comportamiento de los Estados a través del Derecho Internacional.
Para poder determinar cuándo comienza a existir el Derecho Internacional primeramente comenzamos con el estudio de las fuentes, tratados doctrinas, el nacimiento del Derecho Internacional comienza con las relaciones entre comunidades, permitiéndonos los estudios en fechas remotas en las que encontramos la costumbre, la importancia de ésta en el Derecho Internacional.
El derecho Internacional es una ciencia eminentemente jurídica, y debe ser diferenciada de otras que tienen como objeto el estudio de las relaciones internacionales.
El Derecho Internacional como todo derecho, es un conjunto normativo destinado a regir una realidad social, pero es al mismo tiempo también un producto de esa realidad y debe responder de las necesidades que surgen en la vida internacional.

OBJETIVO

En el presente tema de memoria de examen el objetivo principal es; el poder entender con mayor claridad el concepto de Derecho Internacional, el surgimiento del mismo, la esencia y la soberanía con la finalidad de distinguir adecuadamente al Derecho Internacional del derecho interno y las diferencias que existen entre ambos, encontrando que no existe poder sobre uno y otro, sino cada uno tiene su propia jerarquía, basándonos en las fuentes encontramos que el Derecho Internacional se basa primordialmente en la costumbre internacional con los actos realizados día a día por los humanos tomándolo como derecho no aceptándolo del todo pero si conociéndolo como un derecho de gentes.

CONCEPTOS, ANTECEDENTES Y DOCTRINA DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

CONCEPTO DE DERECHO INTERNACIONAL

Como el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones de los estados entre sí más correcto es el derecho de gentes que rige las relaciones entre los sujetos o personas de la comunidad internacional.

CONCEPTO DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

Es el conjunto normativo destinado a reglamentar las relaciones entre sujetos internacionales.(Modesto Seara Vázquez).
El nombre Derecho Internacional, cuya iniciación se atribuye a Jeremías Benthan, ha sido adoptado por la generalidad de los juristas: “droit internacional” en francés, “international law” en inglés diritto internazionale, en italiano “miesdunatodnoe pravo”, en ruso; direito internacional”, en portugués, ocasionalmente algunos autores usan una nomenclatura distinta “derecho de gentes” “Law of nations” “diritto delle genti”. (Modesto Seara Vázquez).
Modesto Seara Vázquez, nos dice que el derecho internacional es una ciencia eminentemente jurídica, y debe ser diferenciada de otras que tienen como objeto también el estudio de las relaciones internacionales.
César Sepúlveda nos dice que:
La función del derecho internacional público es triple. En primer lugar tiene la de establecer los derechos y deberes de los Estados en la comunidad internacional, en segundo lugar debe determinar las competencias de cada Estado, y el tercero, ha de reglamentar las organizaciones e instituciones de carácter internacional.
Puede hablarle de un derecho internacional universal, o sea el conjunto de normas bien pequeño por cierto, que obliga sin excepción a todos los miembros de la comunidad internacional, en contra posición a un derecho internacional general, término que se aplica al grupo de reglas que están vigentes entre un gran número de Estados, comprendiendo entre ellos a las grandes potencias, y a un derecho internacional particular o sea aquellas normas de carácter contractual principalmente, que rigen entre dos Estados, o entre un pequeño número de ellos. Naturalmente esta distinción tiene más bien valor didáctico que científico.
No debemos confundir derecho internacional público con la política internacional. Muchas relaciones entre los Estados no están reguladas todavía por el derecho de gentes, y se deja aún bastante a la decisión individual de cada Estado. Por consecuencia, existe una gran discrecionalidad y en este campo los miembros de la comunidad tienen legalmente cierta libertad para proseguir sus fines de acuerdo con las concepciones que parezcan más prudentes a su interés nacional.
Claro que no deben separarse del todo política y derecho internacional. Entre ambos existe relaciones e interacciones, que pidiendo tratamiento, pues ellas podrían explicar muchos de los interrogantes del orden legal internacional. La política no deja de jugar algún papel en la formación de las reglas de derecho de gentes.

HISTORIA DEL DERECHO INTERNACIONAL

De el nombre mismo de derecho internacional se desprende que solamente puede existir en relación a comunidades jurídico-políticas independientes.
En el historicismo de los siglos XVIII y XIX desde ahí que se observa una marcada predisposición de los publicistas de señalar que hubo derecho internacional desde los orígenes de la civilización.
En realidad, el derecho internacional empieza a surgir coetáneamente a la formación de los grandes Estados de Europa, en el siglo XVI: España, Francia, Inglaterra, Austria países escandinavos. Las raíces del derecho internacional se encuentra ciertamente en la Alta Edad Media, pero esta rama no se manifiesta con sus rasgos peculiares sino hasta el momento en que sobreviene el desmembramiento del Sacro Romano Imperio y ocurre, el descubrimiento de América, con su cauda de efectos, o sea desde esa centuria principió a socavarse la supremacía universal del Papa y se fue mermando la autoridad imperial dejando el paso a una nueva organización.
Político-jurídica.
Pero a la vez el Estado moderno tuvo que suprimir, de su seno, poderes que le hacían sombra, como eran los derivados del régimen feudal.
César Sepúlveda señala varias etapas en el desenvolvimiento del derecho internacional a partir de su aparición:
a) La primera va desde el Renacimiento hasta la Paz de Westfalia (1648). La comunidad internacional se confunde con la comunidad cristiana revestida de espiritualidad, pero empieza a ser penetrada en un espíritu renacentista, eminentemente laico, que busca para ella un orden legal. Aunque las instituciones son incipientes, se observa un crecimiento en el número de ellas y empiezan a abrirse pasos numerosos, principios de convivencia internacional, y a la convicción entre los Estados de ser miembros de una sola familia.
b) Puede señalarse el siguiente período desde el tratado de Westfalia hasta la Revolución Francesa.
El tratado de Westfalia (1648), marca un hito destacado en el progreso de las instituciones internacionales. Constituyó durante casi un siglo la estructura política internacional del Continente Europeo y es el primer síntoma importante de la existencia del derecho internacional. Confirmando este pacto el principio de la Soberanía territorial, indispensable en un orden jurídico internacional.
c) Las guerras Napoleónicas, que tanto las faz del continente y que no trajeron ningún desarrollo notable del derecho de gentes, terminando con un acontecimiento internacional de gran importancia y que constituye el origen del tercer gran período en el desenvolvimiento de este orden jurídico. Tal suceso fue el Congreso de Viena (1815), que a la vez señala el esplendor de la diplomacia clásica.
El congreso de Viena deja paso aún derecho internacional bien estructurado, casi las características que le conocemos. Se establecen por tal Congreso nuevas divisiones políticas, y se inaugura un sistema de gran resonancia: La intervención; La Santa Alianza, que resulta de ahí, fue un pacto de ayuda militar y un prolegómeno de organización internacional, pues establece es sistema de la consulta, por medio de congresos, para ocultar defendiendo el principio de la legitimidad monárquica en contra de los brotes del liberalismo.
Surge en Viena el llamado “concierto europeo” que, fundado en el “equilibrio de poder”, habría de manejar los destinos del mundo a lo largo del siglo XIX. Un hecho es cierto, mala o buena la organización que surgió del Congreso de Viena desde 1815 hasta 1914 no hubo “Guerra Mundial”, y sólo hasta 1870 (o sea cincuenta y cinco años después) ocurrió una contienda importante en el continente europeo.
El derecho internacional, después de ese Congreso, y hasta la Guerra Mundial I, alcanza un desarrollo portentoso de sus instituciones: Surge una opinión pública internacional, que habría de pasar en la formación de las instituciones, se desarrollan las represalias. El bloqueo se asienta en sus rasgos fundamentales y se depura. La intervención se instaura y se crea toda una teoría en su rededor. La esclavitud desaparece, por acción internacional. Se forma el régimen de la navegación de los ríos internacionales. Se suprime el corzo. La institución diplomática, aunque pierde brillantez gana en extensión y estabilidad. El régimen consular llega a su esplendor.
d) La Guerra Mundial (1914-1918) significo un gran golpe para el desarrollo del derecho de gentes, y produjo un desaliento muy marcado respecto de la efectividad de este orden jurídico. El señorío de la moral internacional que había presidido la comunidad de los Estados casi desde Westfalia fue desplazado, dejando su lugar a un sórdido nacionalismo y a la anarquía. El derecho internacional se robusteció, las instituciones ya conocidas crecieron y otras nuevas se formaron como por ejemplo las organizaciones internacionales. Por unos años, nuevo espíritu pareció prevalecer pero como no habían podido erradicarse del todo los nefastos conceptos de discoleria y de predominio y campeaban el resentimiento y la impresión, al final del período ( 1938-1939) se perdió mucho de lo trabajosamente ganado, y pudo advertirse retroceso súbito. El período entre las dos guerras fue, pues contradictorio en sí mismo.
e) Realmente aunque se estaba gestando desde antes, el gran cambio tuvo lugar a partir de 1945, pues el derecho internacional, empezó a ser penetrado por circunstancias que alteraron profundamente este cuerpo legal, tal como la presencia de muchos nuevos Estados, los avances tecnológicos contemporáneos como meta básica de la ideología y de la acción política.
Aunque los principios fundamentales han permanecido los mismos hemos asistido a un enriquecimiento constante de sus normas y de sus instituciones y a ciertos cambios de concepción y de tratamiento.
La doctrina del derecho de gentes se ha visto poderosamente afectada: ha sido necesario un entendimiento más completo de las relaciones entre el cambio social dinámico-interno e internacional y el derecho como instrumento de orden social.
LAS DOCTRINAS CLÁSICAS DEL DERECHO INTERNACIONAL

César Sepúlveda nos dice que las doctrinas clásicas del derecho internacional son:
Las Doctrinas jusnaturalistas.
a) La escuela hispana del derecho de gentes.
b) Los autores jusnaturalistas laicos.
Las Doctrinas positivas.
a) Los predecesores.
b) los positivistas sistemáticos.
c) Comentarios sobre el positivismo internacionalista de los siglos XVIII y XIX.

LAS DOCTRINAS JUSNATURALISTAS

a. La escuela hispana del derecho de gentes.

La Doctrina del derecho internacional había nacido con el holandés Hugo Grocio (Hugo Van Groot) (1583-1645), en el siglo XVII. Pero las investigaciones de Barcía Trelles, de Brown Scott, de Lefur y de otros destacados tratadistas modernos pusieron bien claro desde unos años que la gloria de haber sido fundadores de la ciencia del derecho de gentes correspondiente a los llamados juristas-teólogos españoles de los siglos XVI y XVII y particularmente que el mérito de iniciar indudable toca al fraile dominicano Francisco de Vitoria (1483(?)-1546).
Grocio. En sus textos se encuentra referencia constante y nutrida a los autores españoles, el hecho de ser teólogos no les quita valimiento a esos hombres.
El concepto de la teología, en esas épocas, era la ciencia que también estudiaba la conducta humana. En las enseñanzas de los teólogos juristas no se pretende encontrar la respuesta a todas la cuestiones del naciente derecho de gentes. El pensamiento era rudimentario: No se tenía a la mano ni la experiencia con la cual comprar lo nuevo, ni la rica práctica que el goce de las naciones produce.
Francisco de Vitoria (1492-1546) Vitoria es el creador de la teoría Jus naturalista internacional, Francisco Suárez, otro de los teólogos-juristas, es el filósofo sistematizador de ella, y Grocio, por su espíritu metódico y erudito, tuvo que ser el vulgarizador de esta teoría. Vitoria consideró los nuevos problemas de la conquista de América; a Suárez correspondió la situación especial de los jesuitas en el siglo XVII, en el embate de la reforma y el fraccionamiento del imperio germánico, y a Grocio le tocó observar la moderna conducta de la guerra y la formación de una pequeña agrupación de los Estados en la lucha constante y competidora.
Fray Francisco de Vitoria, originador de la doctrina natural jusinternacionalista, fundador de la Escuela Hispánica del derecho de Gentes.
Vitoria de Burgalés de origen, catedrático de Prima Teológico de la famosa universidad de Salmica, nace en 1480, 1483 o en 1492 y muere en 1546.
Nacido en América, perteneció a la orden de los dominicos, circunstancias que provocara la orientación definida de los teólogos hacía ciertos problemas en que los monjes tomaron activa y denominada participación, i, e, en la cuestión de los indios.
“La llamada polémica, indiana”, iniciada por Fray Bartolomé de las Casas, y Vitoria en un bando, y en el otro, Juan Gines de Sepúlveda, desenvolviéndose en tomo, a los derechos naturales de América y a los llamados “Justos títulos” de la conquista. Los dominios sostuvieron con firmeza, desde la junta de teólogos de Valladolid, que no era lícito, y sí contrario al Derecho Natural, desposeer a los indios.
El derecho de Gentes surge de la sociabilidad, de la sociedad natural, de las relaciones entre los pueblos; no entre todos los hombres considerados individualmente, sino entre los hombres agrupados en naciones.
Fernando Vázquez de Menchaca. (1512-1569), otro genuino padre de la teoría española de gentes es Menchaca, oriundo de Valladolid.
El sistema de raciocinio de Vázquez de Menchaca es el usual de los teólogos: asentada una premisa fundamental, de ahí se sucede la exposición de las consecuencias de ese primer principio. Ello es advertible en su obra más conocida: Controversiarum illustriu, aliarum que uso freguentum libritres (1563), pues señala:
“Todo poder legítimo de príncipes, reyes, emperadores o de cualquier otro régimen ha ido instituido, creado, recibido o simplemente admitido, única y exclusivamente, para bien de los ciudadanos, no para utilidad de los que gobiernan”.
Este principio fundamental, que acusa al jurista Vallisoletano como talentoso, independiente y agudo, le sirve más adelante para hacer derivar consecuencias que permiten resolver cuestiones jurídicas concretas, o sea las controversias “arduas”, graves o agregías que Menchaca trata de resolver en su obra.
Francisco Suárez (1548-1613) “El doctor eximio”, como se le llamó, resulto ser el gran filósofo del derecho de gentes de la Escuela Hispana.
En realidad las preocupaciones de Suárez, hacia el derecho de gentes son accidentales y subordinadas, porque eran otros puntos de teología general los que dominaban su mente, así una de sus obras más famosas, la defencio fideicatholicae adversos angucanae sectae errorae (1613).
Suárez trata del Jus gentiun y del derecho natural en la introducción de Delegibus, de una manera muy general, y más ampliamente, en su libro sigue, en lo fundamental la obra teológica. En la introducción trata de explicar los tres conceptos torales: La ley eterna, el derecho natural y el jus gentium ó derecho de gentes (Jus gentium y derecho internacional), en estos teólogos no son la misma cosa, aunque son conceptos próximos porque la nación de jus gentium abarca el derecho civil y el derecho público interno y sólo de manera secundaria se refiere a las relaciones entre los pueblos; en otra época más cercana a la nuestra donde se encuentra el concepto de Jus gentium, ya similar al derecho internacional.
De la ley eterna, ocupa el primer lugar por dignidad y excelencia porque es la fuente y el origen de todas las leyes; Derecho Natural y las relaciones que guarda con la ley eterna, dice que es el sistema por el cual la ley eterna se ha aplicado y hecho conocida a nosotros. Conociendo al derecho natural concibiéndolo de una manear doble, a través de la razón humana y a través del Decálogo; el jus gentium de todos los sistemas, es el más conectado con el derecho natural. La ley eterna para Suárez es de ordenación natural que atribuye a un ser máximo, a Dios.
El derecho natural para Suárez es un acto de reflexión, un raciocinio. El jus gentium para Suárez, por el uso, tradición, costumbre, el consentimiento: El derecho de estos se produce principalmente por el consentimiento de los pueblos o de gentes.
En Suárez, el Jus gentium constituye una forma intermedia entre el derecho penal y la ley humana, pero principalmente como se integra por el consentimiento. El derecho natural existe perse, es inherente.

b. Los Autores Jus naturalistas Laicos

Alberico Gentili (1552-1608) Gracias a la tesis del profesor Holland, catedrático de Oxford, al tomar en 1874 la cátedra de Derecho Civil que tuviera en su tiempo Gentili, fue posible saber de este autor de los tiempos modernos.
Es Gentili el primero que separa la teología de la ética, perteneció a una acomodada familia del norte de Italia y tomó el grado de médico en la Universidad de Perugía, cerca de Florencia, pero era protestante, fue perseguido por Ruta y tuvo que emigrar radicándose finalmente en Inglaterra.
Gentili tomó afición por los temas internacionales, publicó un pequeño ensayo llamado Delegationibus, libri tres. (1585) refiriéndose a la naturaleza de los embajadores, a las inmunidades y a la manera de nombrarlos y expulsarlos.
Hugo Grocio, (1583-645) sin duda una de las más grandes figuras del jus naturalismo laico, que tuvo, una vida patética, el holandés Groót o Grocio es uno de los que enriquecieron mayormente la ciencia del derecho de gentes.
Destacó desde muy joven y pronto realizó aportaciones singulares al derecho internacional. A los veintiún años tuvo oportunidad de intervenir en un sonado asunto, donde surgió su primera e importante obra, De jure praedae (del derecho de presas), Grocio se apoya en los argumentos de Vitoria y de Vázquez de Menchaca al que llamó “gloria hispánica”.
De jure praedae no pudo ser publicada, por razones políticas.
El mérito de Grocio está en que disipó muchos conceptos equivocados y sentó los fundamentos de la moderna ciencia del derecho internacional. Al haber secularizado la teoría de los jus gentium, poco conocida en su tiempo, hizo un gran servicio a la filosofía del derecho internacional y por ello fue considerado el padre auténtico de este orden jurídico.
Establece Grocio el primer elemento del derecho de gentes en la comunidad internacional, unida por la supremacía universal de la justicia, una comunidad del género humano, sostenida por un impulso: el apetitus, o sea el deseo por la sociedad de seres de su propia especie y la necesidad de preservar esa sociedad. En opinión de Grocio, la contra partida de esta sociedad del género humano es un derecho general de la humanidad, o sea, el derecho de gentes, de la misma manera que la contra partida de un Estado en su derecho constitucional.
Samuel de Pufendorf (1832-1694). A Pufendorf, alemán de origen, puede considerársele como continuador de Grocio en cuanto al racionalismo se refiere, pero le separan notables diferencias y carece de la envergadura de éste. Por lo que se refiere a la fundamentación al derecho de gentes, mantiene este autor que no existe un jus gentium independiente del Derecho Natural. El derecho de gentes es una pura emanación de aquél. Por eso Pufendorf aparece como un naturalista “puro”.
Duda Pufendorf del carácter obligatorio del derecho internacional y en ello va a resultar un antecesor de los navegadores de un derecho convencional o consuetudinario, expresando un gran pesimismo hacia el valor de los tratados como fuente de Derecho Internacional, y afirmando que las costumbres entre las naciones, no pueden considerarse como jurídicas y además, que son sólo de carácter particular.
Indica que el Derecho Natural es aquel que conviene necesariamente a la naturaleza racional y social del hombre. Sin la observación de ese derecho-dice- no podría haber sociedad humana, honesta y pacífica. El derecho positivo, continúa - fundado sobre la voluntad de un superior, corresponde a la convivencia particular de esta comunidad y puede variar de acuerdo con el tiempo y las circunstancias.
Christian Wolf (1679-1754), considerado como el último naturalista, con características propias muy especiales. Su obra principal es Jus gentium, método científica pertractatum (1749) parte del principio de que por asociación en un Estado, todos sus ciudadanos están obligados en conciencia a promover el bien común y la suficiente tranquilidad y seguridad, de la vida de cada uno. El Estado, a su vez tiene el deber correlativo de preservarse así mismo como asociación buscando su propia perfección y evitando todo aquello que pudiera destruirlo o volverlo perfecto.
LAS DOCTRINAS POSITIVISTAS

a) Los predecesores.

Richard Zouch (1590-l660). El eslabón entre la escuela naturalista y la positivista resulta ser Zouch, inglés que fue como Gentili, Profesor de Derecho Civil de la Universidad de Oxford.
En la obra de Zouch Juris et judicii faciales, sive jus intergentes - (1650) pretende abandonar el concepto de jus gentium, ambiguo e impreciso, y que no definía la naturaleza de los derechos entre los Estados, y mejorarlo con el jus faciale asemejándolo a esta institución romana.
No abandona Zouch por entero el Derecho Natural como base del Derecho Internacional e inclusive se advierte cierto propósito naturalista al hablar de la comunidad de pueblos y afirma que la costumbre, debe ser congruente con la razón, pero prefiere deducir el derecho de la costumbre y de los tratados y en este aspecto resulta el precursor de la escuela positiva.
Cornelius Van Bynkershoek (1673-1743) autor más distinguido de su época, y uno de los que más influyeron en la doctrina del Derecho Marítimo Internacional.
Desde muy joven ejerció la judicatura como magistrado del tribunal. Su premio de la provincia de Zelanda, actividad que había de proporcionarle claridad de estilo y precisión en la fórmula.
El gran ideal del derecho de gentes había sido la reunión de la razón y de la costumbre en el cuerpo armónico de las normas en donde hubiese deseado el equilibrio.
En Bynkershoek, ya pudo advertirse en este autor una correcta identificación entre el jus gentium y el derecho internacional. Realizando aquí importancia de los tratados como evidencia de una costumbre. Para Bynkershoek la costumbre crea la norma jurídica, más no una costumbre cualquiera, si no la que se explica y controla por la razón.

b) Los Positivistas Sistemáticos.

Puede darse el nombre de “sistemáticos” a los autores posteriores “positivistas” que se postularon desde fines del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX, presentando el orden jurídico internacional de una manera, metódica y hasta cierto punto científica, en grandes síntesis.
El imperio de los escritores de este grupo se extiende hasta la primera Guerra Mundial, esta contienda parece constituir el límite entre dos épocas de pensamiento, cada una de características bien diferentes.
Moser (1701-1785) partidario de un derecho internacional positivo, separado por completo del Derecho Natural, proyectando la experiencia pura en el Derecho Internacional.
Tras de Moser figura el profesor alemán Georg Frederic de Martens (1756-1822), profesor de la Universidad de Göttingen. Escribió en francés un libro Précis de droit de gens moderme de L’Europe, en 1789.
Aquí aparece ya el derecho de gentes como disciplina autónoma. Martens introduce en el léxico internacional la frase “los derechos fundamentales de los Estados” (absolutos, e inalienables, Martens el primero que busca una nueva estructuración distinguiendo al objeto del sujeto del derecho internacional.
Cabe mencionar a los principales de estos autores positivistas, porque su influencia ha sido destacada, indicando los países en donde aparecen.

INGLATERRA. James Lorimer (1818-1890).
Obras. Institutes of the law nations significando un apartamento de los empiristas e intenta cambiar la teoría con el derecho natural.
JOHN WESTLAKE (1828-1913), primero en tratar de configurar una historia de las doctrinas del derecho internacional en su libro, internacional Law.
WILLIAM EDWARD HALL (1835-1904). Treatise on international Law y Sir Thomas E. Holland.

ALEMANIA. HEFFTER Y HOLTZEDORF.

El primero; que fue escritor, profesor y Juez, publicó en alemán, el DERECHO DE GENTES Europeo actual.
J.C. Bluntschili, de origen suizo con su intento de código de Derecho Internacional (1868), que pretende constituir un sistema de derecho internacional y del que existe una traducción hecha por uno de nuestros compatriotas y el destacado Triepel, con su Derecho Internacional y Derecho Interno (1899), que marcará el clímax del positivismo jurídico internacional.

ITALIA. Pascual Fiore autor de un tratado de Derecho internacional Público (1899-1984) en tres volúmenes.

FRANCIA. Paul Prandier Fodere, con su tratado de Derecho Internacional Público Europeo y Americano, en 8 volúmenes, Despagnet, con su curso de Derecho Internacional Público, y H. Bonfils, preciso y claro en su manual de Derecho Internacional Público (1894).

ESTADOS UNIDOS. Unidos Henry W. Heaton Elements International Law(1836) e History of the law of nations in Europe and América since the peace of Westfalia (1841).

AMÉRICA. Don Andrés Bello (1781-1865), venezolano y profesor de la Universidad de Chile. Sus principios de Derecho Internacional.

c. Comentarios Sobre el Positivismo Internacional de los Siglos XVIII y XIX.

Varios factores se reunieron para el pensamiento positivo internacional se fincara firmemente desde fines del siglo XVIII y a lo largo de todo el XIX, y padeciera por consecuencia el jusnaturalismo. El poder del Estado se desarrolló poderosa y sorprendentemente. La doctrina hubo de convertir al estado en el único sujeto de todas las normas, y a su voluntad en la exclusiva fuente, de todo el orden jurídico internacional.
Como los Estados, bajo la presión nacionalista de esos años, hubieron de perseguir más abiertamente políticas de fuerza, tuvo que batirse en retirada la idea de un derecho fundado en las necesidades morales de la naturaleza humana, esto es, un derecho necesario, y suplantarse por el criterio de la efectividad, más inteligible, y que satisfacía más al papel preponderante del Estado en sus relaciones con los demás.

LA NATURALEZA Y ESENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL

a) La negación doctrinal del derecho internacional.

En ninguna rama del derecho se ha observado tanta discusión en cuanto al carácter de la misma como nuestra disciplina. El derecho internacional se ha visto obligado a cada momento a legitimar su calidad jurídica.
Y la especial naturaleza de este orden jurídico provoca la necesidad de intentar fundamentar objetivamente su validez para asegurar su existencia. A la vez, el estudio de la esencia del derecho de gentes como que sirve para volver a plantear los problemas del Derecho general.
El derecho internacional es problemático en sí mismo, a diferencia de otras disciplinas jurídicas, que tienen sólo sus problemas particulares. Y es que el jurista internacional moderno no puede escapar a la tentación de crear un sistema jurídico inacabado ni puede resistir a la atracción, por otra parte, de referir el derecho internacional, inconscientemente, al modelo ya conocido, más familiar y más fácil, del derecho interno Estatal. Resultando la negación de este orden jurídico, o bien tratan de equipararlo con normas que son de derecho, o simplemente tratan de fundamentarlo de una manera inaceptable.
Para proceder de una manera sistemática y lógica, se examinará primeramente el concepto de los negadores radicales del derecho internacional; en seguida se verán las teorías de aquellos que, sin negar la existencia de un derecho internacional sostienen que sus normas no poseen naturaleza jurídica; se explicarán después las tesis de los que admiten la esencia jurídica; del orden internacional pero fundándola inaceptablemente, como son la escuela positiva moderna, para hacer finalmente un intento de fundamentación teórico-jurídico.
Los Negadores Radicales, el concepto de “negadores” es bastante amplio y ambiguo, y tiene naturalmente que ser despojado de ideas erróneas. Por “negadores radicales” entenderemos a aquellos que definitivamente no aceptan la existencia del derecho internacional, porque están convencidos que las relaciones internacionales se conducen sólo por la fuerza, no por el Derecho. Sólo unos cuantos “negadores” a lo largo de los siglos y desde el punto de vista filosófico, han tenido a bien negar que existía un derecho que regule las relaciones entre los pueblos.
No pueden existir, afirman estos autores, reglas de conducta obligatoria de cualquier naturaleza que sea. Sólo prevalece la fuerza dicen, en las relaciones internacionales, y así, el derecho internacional sería un instrumento de una política de fuerza, sin valor normativo.
El primero de esta escuela sin duda alguna, es el filósofo inglés THOMAS HOBBES, escribió a mediados del siglo XVII y fue uno de los que inspiraron el movimiento de las ideas liberales inglesas y francesas en el siglo siguiente. Su obra está contenida en Elementae Philosoplica de Cive, donde sostiene la teoría del contrato Social, pero en el Leviathan ahí dice (Libro 11, Caps. XVII y XXVI) que el derecho de gentes no es sino un conjunto de leyes que regulan las relaciones mutuas de fuerzas físicas entre los Estados. Para HOBBES, los Estados viven todavía en un “estado de naturaleza”, no encontrándose sometidos a una civitas máxima superior. Una nación está frente a la otra “en posición de gladiadores” (Leviathan, Libro I, Cap. XIII).
Baruch de Espinosa, quien postula la ordenación física universal ”El derecho llega hasta donde alcanza el poder”, es la afirmación favorita de este filósofo al considerar el derecho. Espinosa admite que los Estados pueden reunirse en una confederación, lo cual está implicando la posibilidad de fundamentar el derecho de gentes.
Adolfo LASSON (1832-1917) enseñó filosofía del derecho; seguidor de las doctrinas de HEGEL, sobre dominio germánico y mando absoluto del Estado, con postergación del individuo. LASSON eminente metafísico.
Para él, como para los hegelianos, predomina la idea central cultural. El estado es la “encarnación suprema del espíritu objetivo”, “la realidad de la idea moral”, en una palabra, el poder absoluto sobre la tierra. No puede por tanto, estar sometido a un orden normativo superior a él mismo.
Por encima del Estado ya no existe nada, es él la voluntad suprema sobre la tierra. El Derecho Internacional dice LASSON carece de la calidad de verdadero derecho, no sólo transitoriamente-porque no era para LASSON, algo en progresión sino también por el término de un estudio de civilización permanente.
Para este autor no existe la vida del derecho internacional en el orden estatal, porque no puede aceptar límites a la soberanía del Estado.
Incluido al grupo de negadores quedaría GLUMWICZ, profesor polaco-austriaco de Teoría General del Estado que se inspira en un naturalismo positivista. Parte de una concepción naturalista de la cultura según la cual ella es el producto de la lucha entre diversos elementos humanos.
De la lucha de los grupos primitivos se trasciende a la lucha entre los Estados. El derecho no es sino un conjunto de reglas dictadas para el poder establecer un orden en la sociedad. Es la expresión de relación de fuerzas entre los elementos que constituyen el grupo.
El jurista LUNSDSTET, sueco, participa en el escepticismo de los negadores radicales. Mantiene este que un ordenamiento jurídico no puede darse sin la existencia de un aparato penal que funcione realmente.
La ausencia de este poder penal vuelve al derecho internacional como un producto de la imaginación, o como una fraseología vacua, destinada a ocultar designios de denominación. LUNDSTET ve en el Estado sólo la suma de individuos que lo componen.
OLIVECRONA, su discípulo, le es afín, puesto que sustenta, por su parte, que no puede hablarse de un Estado de derecho en la vida internacional, pues lo que caracteriza a todo orden jurídico en la reglamentación y el monopolio del empleo de la fuerza. Sólo sería posible un derecho público mas o menos universal sobre una base federativa.
Crítica a los Negadores Radicales. Aún cuando en el fondo difieren estas teorías negativas y escépticas, la crítica puede hacerse en bloque a todas ellas.
En general, esas Doctrinas pueden verse como descripción de ciertos abusos, como denuncia de prácticas irregulares en los Estados. Pero equiparan en todo momento el derecho a la fuerza. La esencia del derecho no puede explicarse según las categorías de la naturaleza física a la que pertenece la fuerza, sino conforme a las de su reino propio.
Por otra parte, la vida internacional no está en ningún modo regida por el imperio arbitrario de la voluntad del más fuerte. No hay, como se dice generalmente, equivalencia entre el derecho y la fuerza; ni toda norma que logra imponerse siempre de modo absoluto.
Frente a todas estas tesis negativas de una convivencia jurídica de Estados puede expresarse el argumento de que siempre es factible que existiera cooperación entre las naciones, sobre la base de convicciones jurídicas comunes, y por lo tanto, regulación de derecho sin que exista necesariamente una civitas máxima superior. O sea, puede existir, como señala VERDROSS, un derecho “corporativo” sin un aparato de coacción.
Los que niegan naturaleza jurídica, es común a todas estas teorías excluir el derecho internacional del dominio de los valores propiamente jurídicos. Los autores de este grupo están caracterizados por que de una manera u otra ponen en entre dicho el carácter jurídico del derecho de gentes.
En primer lugar, a John Austín, creador de aquella interesante escuela que se llamó de la “Jurisprudencia Analítica” en Inglaterra, y que mucho seguía las enseñanzas de BLACKSTONE, AUSTIN dice que el Derecho Internacional es sólo un conjunto de normas morales “positivas” que son impropiamente llamadas leyes.
El Derecho Internacional no es derecho positivo, sino una rama de la moral positiva. El derecho positivo, a diferencia de la moral, emana de un legislador y es susceptible de la aplicación coactiva, en tanto a qué ella emerge de la opinión pública, JULIUS BINDER, quien de igual modo afirma que las normas del derecho internacional son reglas éticas. “El derecho es la ordenación ética de una comunidad”, afirmaba BINDER, niega este autor que está comunidad internacional, y por lo mismo afirma la ausencia del derecho internacional que la rija.
El jurista húngaro Félix SOMLO, afirma que se trata de reglas sui-generis: lo escaso de las reglas del derecho internacional, lo precario de su obligatoriedad y el grado insuficiente de obediencia que se está en presencia de las reglas equiparables a las de cortesía (commitas), agrupándolas en su sistema con las “reglas heteronomías”.
Y como no encuentra el autor húngaro una característica precisa para ellas, dice que son normas suigéneris. SOMLO no niega la existencia del derecho internacional, e implica que no se debe desobedecer por esa causa.
BURCKHARDT, admite que las normas jurídicas las que integran al derecho internacional, pero no obligatorias. Que, en realidad, se trata de un derecho “imperfecto”.
En otras palabras; el derecho internacional no es un derecho objetivo y positivo, sino un derecho objetivo y convencional, dice este jurista. Establece que son dos cosas diversas al problema jurídico del derecho internacional y su validez; En cuanto a la primera cuestión, dice, si existe el derecho internacional; pero lo que se refiere a la segunda, ese orden normativo, no vale, porque no se apoya en una organización y no es, por lo tanto positivo.

b) Las teorías que sostienen que el derecho internacional es un derecho rudimentario y de transición.

Existe un grupo de autores que pudiéramos llamar “intermediarios”, los cuales, sin negar la fuerza obligatoria del derecho internacional, sostienen que es un derecho débil de cierta manera análogo a aquel que liga a las comunidades primitivas. Implican que se está en presencia de un derecho notoriamente deficiente. En buenas palabras, ocupa un lugar de equilibrio entre las teorías negadoras y las que tratan de fundamentar al derecho internacional.
Pero la nueva cuenta es factible notar que se está tratando de equiparar el derecho internacional a las notas del derecho estatal. El derecho internacional - salta a la vista- es de carácter diverso, es de más elevada naturaleza, se aplica “intergentes”, entre los Estados, y cuando, no se apela a la autoridad, como en el caso del derecho interno, sino que se apela a la razón misma, al sentido de equidad, a una conciencia más elevada o sea una especie de convicción moral, en tanto que el derecho interno obedece a otros fines y principios.
Los valores de ambos se objetivizan de distinta manera. Si el derecho internacional es deficiente como derecho, no menos cierto es que se trata de un fenómeno cultural superior.
De estimarse que el derecho internacional sólo constituye una etapa transitoria, llegaríamos ineludiblemente al “suicidio” del derecho internacional, al convertirse de un sistema jurídico interestatal a un sistema jurídico federal. En realidad si se criban estas ideas se podría observar que, lejos de fundamentar al derecho internacional, se envuelve la negación del mismo al sostener su carácter “especifico”.

c) El intento de fundamentación del derecho internacional en la escuela positiva moderna.

El positivismo había predominado a lo largo del siglo XIX. Según se ha visto. La Escuela Positiva se pronunció en contra del derecho natural, por la separación radical entre la moral y el derecho, y por la reducción del derecho positivo a la voluntad del Estado.
El positivismo, espero comprendido al fin que si el derecho de gentes es diferente habría entonces que determinar cuáles son las características que lo hacen distinto, ha tratado de tener un puente salvador entre el punto central de su doctrina, de que no puede haber más derecho que el derecho del Estado, con el hecho de que el derecho internacional obliga al Estado aun cuando éste no haya intervenido en la creación de sus normas.
La tesis de la Coordinación. La mayoría de las veces, la doctrina de la coordinación se da como un presupuesto básico en los escritos de los autores afiliados. Sólo en HATSCHEK (DAS VÖLKERRECHT ALSSYSTEM RECHTLICH DEBEUTSAMEN STAATSARTE, LEPEZIG, 1923), y en WALZ (Esencia del derecho internacional, Trad. Española), existe un tratamiento más o menos preciso de esta concepción. Tal vez KAUFMANN también de una versión mas o menos completa de esta postura.
Las normas del derecho internacional. Según HATSSSCHEK, se crean o por legislación paralela entre varios o todos los estados, o por reglas internacionales de conducta. estas reglas sociales o convencionales cuya sanción consiste en mera compulsión social. Crean, por el efecto inescapable de la reciprocidad, una obligación legal. De tales reglas, que se convierten en convicción legal, surgen reglas consuetudinarias.

d) La Reacción Antipositivista.

Las teorías Realistas y el moderno Jusnaturalismo. Evidentemente el positivismo se mostró insuficiente para explicar la real naturaleza del derecho internacional y a su fundamentación jurídico-filosófico.
Provocó, empero, con sus excesos, una sana reacción que trata de superar los dogmas de la Escuela Positiva para intentar alcanzar - al fundamentar el derecho de gentes- principios superiores de integración. Esa reacción, que adopta formas variadas, tiene el Sub Stratum común de buscar principios inminentes sobre los cuales reposa el orden jurídico internacional. Todas ellas se rigen como una protesta contra el Estado omnipotente soberano que mengua la dignidad del individuo.
En esas posturas se observa que la voluntad del Estado como factor de represión que desacreditada, para dejar el paso a la soberanía del derecho, que mueve al ámbito más noble. En algunas de ellas se encuentra referencia a un axiología material y moral, fundada en un nuevo Jusnaturalismo.
En dos grandes ramas se puede separar las doctrinas que superan al positivismo: en el “realismo”, que a su vez se presenta con una fase psicológica y otra sociológica, y el “Jusnaturalismo axiológico”. Este, a su turno, tiene activos naturalistas clásicos y aspectos de Jusnaturalismo racionalista. Naturalmente, sólo se da aquí una información limitada, para no caer en la problemática general de la filosofía del derecho, que nos alejaría extraordinariamente de nuestra meta.
La Escuela Realista. El holandés Hugo KRABBE, a quien sin duda algo debe la Escuela de Viena, es quizá el primero que indaga el fundamento del derecho internacional en un orden superior al positivismo. Dice KRABBE (L´ideé modere de 1´EAT.R. de C., XIII, 1926) que el derecho es un dominio de normas que se imponen y obligan espiritualmente, porque el individuo tiene noción y conciencia de que valen y deben valer.
Los actos del Estado son legítimos y válidos en la medida que se conforman y adecuan a las normas del derecho. La fuente del derecho internacional, en este autor, no es la soberanía del Estado; no es la voluntad del Estado la creadora de la norma jurídica internacional, sino la conciencia del derecho sentido por los individuos cuyos intereses están afectados por esa norma, o quienes como miembros del Gobierno-funcionarios y jueces-están llamados a velar por esos intereses.
El derecho internacional viene a surgir cuando los pueblos de los diversos Estados ensamblan su sentido de lo justo para incluir también las relaciones internacionales.
Así, frente a la personalidad del Estado se dirige la soberanía impersonal del derecho más noble y menos inhumano. Tiene la teoría de KRABBE un marcado sentido ético.
León Duguit, aunque pudiera percibirse, en los escritos de este profesor Francés, cierta conciencia con KELSEN a su oposición a la teoría de la personalidad del Estado y su adhesión del derecho con la correspondiente primacía del derecho de gentes, la verdad es que existe un contraste muy marcado en la sustancia de las tesis de cada uno.
SCELLE. Ha sido George SCELLE quien continúa las interesantes bases puestas por DUGUIT. Su teoría, llamada el “monismo intersocial” está fundada, como la de éste sobre el hecho de la solidaridad humana.
Este hecho primordial implica una coacción natural del orden biológico según la cual los individuos se ven obligados a acotar el vínculo social bajo la pena de poner en entre dicho la eficacia o la existencia misma de ese vínculo social. La conciencia de esta necesidad se convierte en una regla normativa, en un imperativo, en una palabra, en una norma jurídica.
SCHWAARZENBERGER. Moderno publicista (A Manuel of International law, Stevens, London, 1967). Sostiene que puede constituirse un sistema de derecho internacional por el método inductivo.
Cualesquiera que sean los defectos de la Escuela Realista, ella ha tenido el mérito de aproximarse al derecho internacional sobria y objetivamente y el de hacer perder impulso al positivismo estéril.
En la indagación de las bases fundamentales del derecho internacional el “realismo” a veces toma perfiles escolásticos y naturalistas, y sólo le faltan algunas notas para coincidir con el reciente naturalismo. Debe entenderse esta postura como transición y moderación.
El Jus naturalismo Moderno. El renacimiento jus naturalista, que aparece como una propuesta frente a la concepción nacionalista del Estado totalitario, se presenta en diversidad de formas, pero en sus formas más fáciles tiende a combinar armónicamente el derecho positivo con principios emanantes o con juicios de valor.
Las notas capitales de éste movimiento son; conexión estrecha entre derecho moral; empleo del método experimental para evitar el racionalismo abstracto, y, la afirmación de que el derecho positivo viene a determinar y a precisar al derecho natural, en otras palabras, sostener que existe una síntesis forzosa entre Derecho natural y el derecho positivo.
El fundamento del Derecho Internacional moderno. A esta altura resulta necesario proporcionar las bases sobre las que pensamos que descansa el derecho de gentes.
Sólo en la idea de comunidad jurídica de Estados puede encontrarse la esencia y la propia naturaleza del derecho internacional. Más no una comunidad que forman los Estados por medio de su voluntad, sino una comunidad establecida por razón misma de las cosas; por el principio de solidaridad humana, por nexos sociológicos en fin, por la necesidad histórica.
El hecho es que tal comunidad de interés y de funciones existe, y la idea de derecho internacional debe referirse forzosamente a ella y no a la voluntad de los Estados individuales. La comunidad internacional, por si misma, ya presupone valores hacía donde debe orientarse el derecho, tanto el interno como el internacional.

DERECHO INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNO

a) Las doctrinas.

En esta cuestión llamadas de las doctrinas “relaciones” entre derecho interno y el derecho internacional surge de nuevo el drama de las doctrinas conflictivas, y ello resulta natural porque en el campo de la aplicación o de la efectividad del derecho de gentes en el ámbito interno del Estado vuelven a plantearse todos los problemas de la validez y de la naturaleza y esencia del origen jurídico internacional.
Teoría Monista interna. Sostiene esta posición que no hay más derecho que el derecho del Estado. JELLINEK (Supra) es el exponente mayor en este grupo. También WENZEL (Juristiche Gruandprobleme) es de los corifeos.
Para ellos el derecho internacional es sólo un aspecto del derecho estatal. Es el conjunto de normas que el Estado emplea para conducir sus relaciones con los demás pueblos y para diferenciarlo, podría ser llamado “Derecho Estatal Externo”, aun este debe subordinarse, en caso de conflicto, al derecho interno. Debe privar siempre el último.
TRIEPEL Tesis dualista es el iniciador de ella al ocuparse de la Vereinbarung (Supra) Mantiene esta teoría que el Derecho Internacional y el derecho interno son dos ordenamientos jurídicos absolutamente separados, entre los cuales falta toda relación sistemática. Las fuentes de ambos derechos son enteramente diferentes; una es la voluntad común de los Estados (VEREINBARUNG); la otra es la legislación interna.

LA TEORÍA DUALISTA

La teoría dualista puede sistematizarse expresando que existen diferencias entre el orden jurídico y otro:

a. En cuanto a las fuentes, porque uno se genera por el proceso legislativo interno y el otro porque surge de la costumbre y de los tratados;
b. Por lo que se refiere a las relaciones que regulan, pues el derecho de gentes rige relaciones entre Estado, miembros de la comunidad internacional, y el interno regula las de los individuos, y c) también en lo que toca a la sustancia, pues el derecho interno es la ley de un soberano sobre los individuos y el derecho internacional es un derecho entre los Estados, más no encima de ellos.
c. La práctica de las naciones. Consistentemente se afirma que la práctica de los Estados, por lo menos hasta el fin del siglo pasado, se orientaba hacia un monismo nacionalista, esto es, a considerar que el derecho internacional es sólo derecho del Estado y que vale en tanto éste lo reconoce. Pero un examen detenido revela: 1) que al actuar los países no se guiaban por la consideración de comparar el derecho internacional con el derecho interno; 2) que la jurisprudencia no se propuso, en lo general, establecer la diferencia entre un orden y otro, sino sólo resolver una cuestión específica planteada, y que, por lo mismo la materia resulta sólo incidentalmente tratada y 3) en última instancia se advierte el reconocimiento implícito de que el orden jurídico internacional es de envergadura superior, o de que existe monismo, esto es, un sistema que comprende dos órdenes jurídicas interconectadas de manera íntima.

La jurisprudencia Interna. Son los países sajones, Inglaterra y los Estados Unidos, desde hace mucho tiempo los que han aportado mayores luces jurisprudenciales a esta cuestión. Desde un principio priva la regla internacional LAW ISA PART OF THE LAW OF THE LAND). (El derecho internacional es parte del derecho del país).
La jurisprudencia Internacional. Para los tribunales internacionales existe sólo la supremacía del Derecho de gentes, y el derecho interno no puede abrogarlo ni limitarlo.
Muy a menudo se confunde el derecho internacional público con el derecho interno del Estado (constitucional, administrativo, etc.), sobre todo en ocasiones en que no es fácil percibir si el Estado está actuando como miembro de la comunidad o como entidad política cumpliendo sus propósitos de organización interna. El Derecho interno regula relaciones de individuos, de personas en el ámbito de un Estado y no tiene aplicación exterior.
Si el derecho internacional y el derecho interno fueran similares- o idénticos, como lo pretenden los rigoristas - si ambos llegaran a coincidir en sus elementos, no estaríamos en presencia del derecho internacional tal como se le conoce, sino de un derecho supraestatal, de tipo federativo, de naturaleza muy diversa al actual. Esa identificación de ambos- según se ve - no puede tener valor científico.
Modesto Seara Vázquez. Relaciones del Derecho Internacional con el derecho Interno.
Las teorías que tratan de explicar las relaciones entre derecho internacional y el derecho interno pueden clasificarse en dos grandes grupos: a) las teorías dualistas, para las que ambos sistemas jurídicos son independientes y separados y, b) las teorías monistas, que afirman un sólo sistema jurídico, y que adoptan dos modalidades, defendiendo y consagrando la otra, la superioridad del derecho interno.
TEORÍAS DUALISTAS

Triepel (VÖLKERRECHT UND LANDES RECHT) descubre entre ambos sistemas, internacional e interno, una oposición doble basada en la diferencia de relaciones sociales que rigen, y la diferencia de fuentes Jurídicas.

a) Diferencia de relaciones sociales: el derecho interno será el conjunto de normas jurídicas establecidas en el interior de una comunidad y destinadas a reglamentar las relaciones entre sujetos que están sometidos al legislador; mientras que el derecho internacional está destinado a regular las relaciones entre Estados, y solamente Estados perfectamente iguales.
b) Diferencia de fuente jurídica. En el derecho interno, la fuente jurídica es la voluntad del Estado exclusivamente, y en el derecho internacional será la voluntad de varios o de numerosos Estados.
De acuerdo con esto, el derecho internacional y el derecho interno no son solamente ramas distintas del derecho, sino también sistemas jurídicos diferentes. Son dos círculos de íntimo contacto, pero que no se superponen jamás, y puesto que ambos no están destinados a reglamentar las mismas relaciones es imposible que haya una concurrencia entre las fuentes de los dos sistemas jurídicos.

TEORÍAS MONISTAS

Supremacía del derecho internacional. Kelsen nos ofrece está teoría en su forma más pura (HAUPTPROBLEME DER STAATSRECHTSLEHRE, DAS PROBLEMS DER SOUVERÄN ITÄN UNDIE THEORIE DES VÖLKERRECHTS).
Es la consecuencia lógica de su “sistema piramidal de normas” que, al partir de la “norma original” como base de todo el derecho, nos lleva necesariamente a afirmar
la unidad del sistema de derecho. De este modo, no puede considerarse que el derecho internacional y el interno sean dos sistemas jurídicos diferentes, sino dos partes del sistema general único.
Por otro lado KELSEN ataca la idea de personalidad del Estado, como una ficción. El Estado no es más que el “punto final de imputación” (ZURECHNUNGS PUNKL). Al que deben atribuírsele los actos de los órganos del Estado. Además, el Estado recibe la cualidad de persona por efecto de las normas jurídicas. De ahí que el derecho interno, con aplicación dentro del dominio de la competencia del Estado, se encuentre subordinado al derecho internacional, que es el que fija los límites de esa competencia del Estado.
Supremacía del derecho interno.- conduce a admitir la supremacía del derecho interno internacional. En efecto, si la voluntad del estado es suficiente para crear el derecho internacional, eso lleva a considerar que el derecho internacional sería una especie de derecho estatal exterior y, entonces, como afirma muy bien AZILOTTI, “no hay lugar para hablar de relaciones entre derecho internacional y derecho interno, sino todo lo más, de las relaciones entre dos categorías de normas internas.

SOBERANÍA Y DERECHO INTERNACIONAL

El vocablo “soberanía” ha jugado un papel demasiado importante en la teoría política y en la doctrina del derecho internacional.
Pero desgraciadamente, el contenido de esa palabra ha sido obscurecido y deformado las más de las veces.
Cuando se decía, en la Edad Media, que el príncipe era “Soberano” era porque sus súbditos no podían apelar a una autoridad más alta.
En el siglo XVI, con BODINO, se constituyó sistemáticamente el concepto, siendo en realidad que la soberanía es una característica esencial del Estado moderno.
En Bodino, soberanía y poder de hacer la ley son una misma persona; BODINO el primero que ya había una nota esencial nueva en la organización política: la idea de supremacía del gobierno nacional o central sobre el sistema descentralizado feudal de Edad Media; el criterio de que debe haber una única fuente de toda ley. La teoría de BODINO debe considerarse como constituyendo el primer paso en la dirección de la autoridad central o nacional, trayendo el orden al caos medieval.
La Soberanía en él, es la fuerza de cohesión, de unión de la comunidad política, sin la cual ésta se dislocaría. En la doctrina de BODINO, no se piensa en un soberano irresponsable, desligado de cualquier norma y arbitrario, sino en un príncipe que esté sujeto al Derecho, no sólo al que él hace, sino también a la ley divina, al derecho natural, y a las leyes fundamentales del reino.
Así HOBBES, mantiene que el poder soberano debe ser tan grande como los hombres se lo imaginen (Leviathan, cap. XX). Las consecuencias insatisfactorias de ello - apunta BRIERLY- fueron que se extrajo al concepto “soberanía” del campo de la teoría jurídica para introducirlo en la ciencia política. Y naturalmente, hubo de buscársele un lugar a la soberanía, como si fuese una sustancia con cierto sentido místico para poder explicar, más o menos convenientemente, porqué es posible deducir de la “soberanía” un cierto número de derechos “soberanos”.
Los teóricos de la Revolución Francesa identificaron a la soberanía con la voluntad del pueblo, y así asumió la forma de “soberanía popular”, que corriera con tanto éxito a lo largo del siglo XIX, y que informa nuestra constitución política (arts. 39,41), y que produjera beneficios, puesto que condujo a la forma del “Gobierno constitucional”.
La doctrina de la “soberanía” no había producido más daño que originar una confusión alrededor del término, porque en lugar de orientar el pensamiento político hacía una nueva teoría sobre la naturaleza del nuevo poder gobernador, se cambió sólo al titular de esa facultad mística, y se asigno al pueblo técnico, no puede ser soberano, sino sólo la minoría (y ocasionalmente la mayoría) que gobierna.
Las doctrinas de HEGEL, condujeron al Rechtstaat, o sea al Estado de Derecho o Estado “Constitucional”, pero no menos verdad es que sus tesis pavimentaron el camino para formar estatales autoritarias e inhumanas, y a la vez, es lo que aquí menos interesa, es el resultado lógico de las posiciones derivadas de HEGEL es la incompatibilidad del Derecho del Estado con el Derecho internacional porque ¿cómo un Estado puede estar sujeto a este orden jurídico si al mismo tiempo su voluntad irrestricta es la suprema ley y, la fuente de la ley?.
El efecto principal de todas las tesis que se llevan examinadas es que estudian la “soberanía” desde el punto de vista interno del Estado, sin dar una ojeada siquiera al Derecho Internacional. La doctrina de la soberanía fue desarrollada en su mayor parte políticos teóricos que estaban interesados en las relaciones entre los Estados. WILLOUGHBY (The Juistic Conceptión of The State, A, P.S.R. Vol. XII.1918. pp. 192-208) da cuenta de esta circunstancia.
La verdad es que sólo dando un contenido adecuado a la “soberanía” del Estado se puede llegar a reconciliar la existencia de un Estado soberano con la presencia de un derecho internacional que regule las relaciones entre un derecho internacional y que regule las regule las relaciones entre los Estados. Y ello se logra con una implicación a la idea de comunidad internacional y a la función que desarrolla el Estado en esa comunidad.
La eficacia del derecho internacional, dice este autor está fundada en la voluntad común de los Estados y en la validez de los principios ético-Jurídicos.
Los Estados actualizan o positivan los principios jurídicos en preceptos del derecho internacional.
Y son los sujetos de este orden jurídico, libres, soberanos y jurídicamente iguales, los que formulan el derecho internacional.
Como todo derecho-prosigue en otra parte- el internacional es producto de una comunidad de cultura e interés que ningún político puede crear de manera artificial. Soberanía, entonces, viene a ser la capacidad de positivar los preceptos supremos obligatorios para la comunidad. Su esencia es, en suma, la positivación - en el interior del Estado- de principios o preceptos jurídicos supremos determinantes de la comunidad.
“Decir que un Estado es Soberano-mantiene-significa que él es la unidad universal de decisión en un territorio, eficaz en el interior y el exterior”.
PEDROSO, que conoce profundamente a HELLER, expone magistralmente por su parte:
“La soberanía no consiste en un grado superior de poder. Ni siquiera en un monopolio de Poder por el Estado. El poder es sólo un medio para el cumplimiento de la función soberana. Es esencia de la soberanía no dejar sin resolver ningún conflicto de los que pudieran presentarse en el área de su jurisdicción” (op.cit.,124).
Modesto Seara Vázquez. La Soberanía. En su acepción clásica, por soberanía se entiende un poder que no está sujeto a otro poder.
Este concepto ha sido interpretado de diverso modo, llegándose a exageraciones manifiestas. Desde BODINO, el verdadero creador del término, y pasando por Maquiavelo y Vettel, llegamos a HEGEL, que sería del enunciador de la teoría más absoluta del Estado como ente soberano.
Las teorías de soberanía absoluta del Estado, se han encontrado con dificultad insuperable de armonizarla con un hecho de fácil observación en la realidad: los Estados ven limitada su libertad de acción por las obligaciones (de carácter positivo o negativo) que les impone el derecho internacional.
La idea de soberanía nos lleva a considerar dos cualidades propias del Estado: la independencia, de carácter negativo, y que consiste en la no injerencia por los otros Estados en los asuntos que caen bajo su competencia; y la igualdad de todos los Estados, que sería su igual posición jurídica, unos frente a otros y todos bajo el mando del derecho internacional.

LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL

Para Modesto Seara Vázquez.

Aquí encontramos una exposición autorizada de las fuentes del derecho internacional. A saber son dos fundamentales los tratados y la costumbre. Esto es;
Fuentes fundamentales en las que encontramos los tratados y la costumbre internacional.
Las subsidiarias, encontrando los principios generales del derecho; Jurisprudencia, doctrina.


Tratados
Fundamentales
Costumbre internacional

Fuentes Principios generales
del Derecho

Subsidiarias Jurisprudencia

Doctrina


LOS TRATADOS COMO FUENTE DEL DERECHO INTERNACIONAL

Concepto de tratado. Tratado es todo acuerdo concluido entre dos o más sujetos del Derecho Internacional hablamos del sujeto y no de Estados, con el fin de incluir a las organizaciones internacionales.
Clasificación de los tratados.

a. Los tratados-contratos, de finalidad limitada a crear una obligación jurídica que se extingue con el cumplimiento del tratado.
b. Tratados – leyes, destinados a crear una reglamentación jurídico permanente obligatoria, como es el caso de la convención.
LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DE LOS TRATADOS
c. El principio “pacta sunt servanda” de origen consuetudinario, recogido por la convención de Viena de 1969 en su artículo 26, afirma la obligatoriedad de los tratados, respecto a las partes, añadiendo, además la necesidad de su cumplimiento de acuerdo con la buena fe.
La seguridad de las relaciones internacionales estaría comprometida si se dejase a la voluntad de las partes el cumplimiento o incumplimiento de los pactos.
d. El principio de que los tratados sólo crean obligaciones entre las partes, o “res inter. Alios acta”. Un tratado no puede, en principio obligar a los sujetos que no han participado en él, puesto que naturalmente, no han podido dar su consentimiento. Pero tampoco puede enunciarse este principio de un modo absoluto y en algunos casos un tratado crea derechos y obligaciones respecto a terceros.
e. El tercer principio: el consentimiento es la base de la obligación jurídica, “exconsensu advenitvinculum”, es resultado de la estructura de la sociedad internacional principalmente formada, por Estados formalmente considerados iguales. Al no haber un ente jurídico superior a ellos y capaz de imponerles una determinada conducta se supone que deben dar su consentimiento para que nazcan las obligaciones jurídicas de carácter contractual.
f. El principio de respeto a las normas del “Jus cogens”, sumamente discutida fue el principio incorporado en el artículo 53 de la convención de Viena, según el cual un tratado un sería nulo cuando fuera contrario a una norma imperativa del Derecho Internacional. Esta claro que la aplicación de esta disposición, interfiere con la libertad de contratación de los Estados pues incluso una de las normas que unánimemente se considera del “Jus cogens” como es la prohibición de la agresión, podría ser derogado en ciertos casos, para las relaciones entre algunos Estados particulares.

LA COSTUMBRE INTERNACIONAL

Concepto. El artículo 38, lb, del estatuto de la Corte Nacional de Justicia nos ofrece una definición de la costumbre internacional, al decir que:
...La Corte... deberá aplicar...la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como siendo de Derecho.
De esta definición podemos sacar los elementos constitutivos de la costumbre.
El primer elemento es una práctica de los Estados, un modo de comportarse, la actuación en un determinado sentido. Los precedentes pueden encontrarse, no sólo en el campo internacional (jurisprudencia, internacional, actuación de los diplomáticos, actividades de las organizaciones internacionales, etc.).
La verdad es que hoy es posible que se concrete un consenso en torno a algún punto de derecho de un modo más rápido, con un número mucho mayor de participes y de una forma mucho más notoria.
En realidad esta forma de creación de la norma consuetudinaria se asemeja más a un acuerdo, tácito o expreso, que no reviste la fórmula propia de un tratado, que al proceso tradicional, lento, de formación de una costumbre: pero los efectos son los mismos pues no sería lógico poner en duda la validez de la formación de una norma jurídica, cuando existe, por un lado la certeza del apoyo por parte de un número suficiente de Estados, a una determinada conducta y por la otra la manifestación clara de la voluntad de considerar esa conducta como ajustada a derecho.

CARACTERÍSTICAS DE LA COSTUMBRE

Generalidad. Pueden existir costumbres particulares, o regionales, en este sentido. Alejandro Álvarez el gran Jurista Chileno, defendió ardientemente la existencia de las costumbres particulares del Continente Americano, y la Corte Internacional de la Justicia ha dado validez a tal práctica, incluso cuando se reduce a dos Estados para las relaciones entre ambos, según puede verse en su sentencia sobre “Asunto del derecho de paso sobre el territorio indio”, del 12 de abril d 1960”. ... La Corte no ve razón para que una práctica prolongada y continúa entre dos Estados, práctica aceptada por ellos para regir sus relaciones, nos sirva de base de derechos y obligaciones recíprocas entre dos Estados... al encontrarse en presencia de una práctica claramente establecida entre dos Estados y aceptada por las partes para regir sus relaciones, la Corte debe atribuir un efecto decisivo a esta práctica con el fin de determinar sus derechos y obligaciones. Tal práctica particular debe prevalecer sobre reglas generales eventuales... (“Recueil”, 1960, pp. 34 y 44 respectivamente).
Flexibilidad. La costumbre internacional se diferencia fundamentalmente del derecho convencional en una característica que constituye al mismo tiempo su mayor virtud: Por no ser una fuente escrita, carece de rigidez; y puede evolucionar con la realidad, adaptándose a las nuevas situaciones. De ese modo, una costumbre que no responde ya a las situaciones actuales puede ir cayendo en desuso hasta desaparecer, y otra puede irse formando para sustituirla.
Otra cara de la Flexibilidad es la falta de precisión y en muchas veces difícil de determinar cuando una costumbre esta en plena vigencia o cuando esa vigencia plena es discutible, ya sea porque la norma consuetudinaria ha caído o está cayendo en desuso, o porque estando en formación no se ha consolidado debidamente.

FUENTES SUBSIDIARIAS

Los principios generales del derecho. Una distinción entre principios generales del Derecho Internacional.
Principios generales del Derecho. Aquí se refiere seguramente, el Estatuto, a aquellos principios que son aceptados en el Derecho Interno de cada Estado, y que son susceptibles de aplicación Internacional.
Principios del Derecho Internacional. Sería, aquellos que no tienen su origen en el Derecho Interno, sino que son propios del Derecho Internacional.
En la vida internacional se manifiestan porque son invocados por los Estados o el Juez Internacional, sin mencionar expresamente su fuente; y el actuar de esta manera no está creando la norma, sino que, por lo contrario, la consideran tan evidente que, por parecerles axiomática, no tratan de justificarla o fundamentarla.

JURISPRUDENCIA Y DOCTRINA DE LOS JURISTAS

La Jurisprudencia. Son las decisiones judiciales, más que como fuente autónoma del Derecho Internacional, deben considerarse, como medio auxiliar para la determinación de las reglas del derecho.
Las sentencias judiciales no obligan al Juez Internacional, y su utilidad esencial, no como medio auxiliar, sino que sirven como indicación del Derecho Internacional, fundamentalmente de la costumbre y de los principios generales del Derecho.
Las decisiones de los tribunales internos también tienen importancia como medio de conocer la actitud de los Estados en determinadas cuestiones relativas al Derecho Internacional, pero, no son consideradas como fuentes del Derecho Internacional.
La Doctrina de los Juristas. No es una fuente del Derecho Internacional en sentido propio, sino un “medio auxiliar para determinación de las reglas del Derecho”.
La importancia de la doctrina, fue cuando los tratados eran escasos y la costumbre aún no estaba bien determinada o sufría los efectos de la evolución de la sociedad Internacional en los momentos en que ésta iba a conformarse según el modelo actual, ha ido perdiendo su lugar y hoy sólo puede considerarse como medio auxiliar, en el sentido de que pueda facilitar la búsqueda en la norma jurídica, pero sin que la simple opinión doctrinal tenga peso ninguno ante el Juez Internacional.

AUTOEVALUACIÓN

1. Concepto de Derecho Internacional.
2. ¿Qué es el derecho de gentes?.
3. A quien se atribuye el nombre de Derecho Internacional.
4. Qué nos dice Modesto Seara Vázquez del Derecho Internacional.
5. Menciona brevemente las etapas en el desenvolvimiento del derecho
internacional (según César Sepúlveda).
6. Que se entiende por “negadores radicales”.
7. Porque no aceptan los “negadores radicales” la existencia del derecho
internacional.
8. Para THOMAS HOBBES, que es el derecho de gentes.
9. Que es el derecho internacional para LASSON.
10. Porque para LASSON no existe el derecho internacional.
11. Qué es el derecho para el profesor polaco-austriaco.
12. Cuáles la critica en general que se hace a los Negadores radicales.
13. Según HATSCHEK como se crean las normas del derecho internacional.
14. Menciona las dos ramas en que se pueden separar las doctrinas.
15. Quién es el primero que indaga el fundamento del derecho
internacional en un orden superior al positivismo.
16. Que nos dice KRABBE del derecho.
17. Para KRABBE el derecho internacional cuando surge.
18. El derecho internacional moderno descansa en.
19. Qué nos dice la teoría Monista interna.
20. Que nos dice TRIEPEL de las fuentes en la tesis dualista.
21. Cuáles son las diferencias que existen entre derecho internacional
y derecho interno.
22. Como se clasifican las teorías que tratan de explicar las relaciones
entre derecho internacional y derecho interno.
23. Quien descubre entre ambos sistemas derecho internacional e interno,
una oposición doble basada en la diferencia de relaciones sociales
que rigen, y la diferencia de fuentes jurídicas.
24. Menciona la Diferencia de Relaciones Sociales: Derecho Interno y
Derecho Internacional.
25. Menciona la diferencia de fuente jurídica. Derecho Interno y Derecho
Internacional.
26. Para KELSEN que es la Supremacía del Derecho Internacional.
27. Para KELSEN que es la Supremacía del Derecho Interno.
28. Que es la Soberanía para BODINO.
29. En que consiste la esencia de la soberanía para PEDROSO.
30. Que se entiende por Soberanía en su acepción clásica.
31. Menciona las dos cualidades de la idea de soberanía.
32. Menciona las fuentes fundamentales para Modesto Seara Vázquez.
33. Concepto de tratado.
34. Menciona brevemente los principios del Derecho de los Tratados.
35. De él Concepto de Costumbre Internacional.
36. Cuáles son las características de la Costumbre.
37. Dentro de las fuentes subsidiarias, cuál sería el principio del Derecho
Internacional.
38. Qué se entiende por Jurisprudencia.
39. Cómo se considera la Doctrina de los Juristas.
40. En que momento surge la importancia de la Doctrina.

SÍNTESIS

Concepto, Antecedentes y Doctrina del Derecho Internacional Público.
Concepto de Derecho Internacional.

Es un conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones entre los Estados.
Concepto de Derecho Internacional Público.
Es el conjunto de normas destinadas a reglamentar relaciones entre sujetos internacionales.
A Jeremías Benthan se le atribuye el nombre de Derecho Internacional.
Modesto Seara Vázquez nos dice que el Derecho Internacional es una Ciencia eminentemente Jurídica.
La historia del Derecho Internacional se desprende el nombre mismo de Derecho Internacional que sólo puede existir en relación a comunidades jurídico-políticas independientes.
El Derecho Internacional surge a la formación de dos grandes Estados de Europa, en siglo XVI: España y Francia; Inglaterra, Austria, países Escandinavos encontrando las raíces del Derecho Internacional en la alta edad media.
Nos encontramos con el escritor César Sepúlveda que nos menciona las etapas en el desenvolvimiento del Derecho Internacional.
La primera va del Renacimiento hasta la paz de Westfalia 1648, en la que la comunidad internacional se confunde con la comunidad cristiana revestida de espiritualidad.
El segundo período, desde el tratado de Westfalia hasta la revolución francesa; en un tercer lugar las Guerras Napoleónicas que no trajeron desarrollo notable alguno al Derecho de gentes.
El Congreso de Viena dejo paso a un Derecho Internacional bien estructurado casi como al que le conocemos.

Derecho Internacional y Derecho Interno.

El Derecho Internacional, en un aspecto Estatal se considera como el conjunto de normas que el Estado emplea para coincidir las relaciones con los demás pueblos.
La teoría dualista diferencia este orden jurídico y el otro en cuanto a:

a. Las fuentes, uno se genera por el proceso legislativo interno y el otro surge de la costumbre.
b. El Derecho Internacional regido por el derecho de gentes, relaciones entre Estados, miembros de la comunidad internacional. El interno regula a los individuos; c) En cuanto a la sustancia del derecho interno es la ley soberana sobre los individuos en tanto que el Derecho Internacional es un derecho entre los Estados, no encima de ellos.

Modesto Seara Vázquez, se clasifican en dos grandes grupos las teorías que tratan de explicar las relaciones entre Derecho Internacional y Derecho Interno.
Teorías Dualistas, dice que ambos sistemas jurídicos son independientes y separados.
Teoría Monista, afirman un sólo sistema jurídico adoptando dos modalidades hablando de superioridad del Derecho Interno.

Diferencias del Derecho Internacional.

Como el conjunto de normas jurídicas que reglamentan las relaciones entre sujetos que están bajo un legislador.
Mientras que el Derecho Internacional regula las relaciones entre los Estados, Estados iguales entre sí.
Diferencia de fuente jurídica. Derecho Interno, la fuente jurídica es la voluntad del Estado. El Derecho Internacional será la voluntad común de varios o de numerosos Estados, con esto nos percatamos que el Derecho Internacional y el Derecho Interno son ramas distintas, con diferentes normas jurídicas.

La naturaleza y la esencia del Derecho Internacional.

La Negación del Derecho Internacional, en un principio el Derecho Internacional se vio negado en cuanto a que pudiera ser de carácter jurídico existiendo negadores llamados radicales entendiendo por “negadores” a aquellos que no aceptan la existencia del Derecho Internacional aludiendo que las relaciones internacionales se conducen sólo por la fuerza, no por el derecho.
Los negadores del Derecho Internacional manifiestan, no puede existir reglas de conducta obligatorias de cualquier naturaleza que se han, sosteniendo que un ordenamiento jurídico no puede darse sin la existencia de un aparato penal que funcione realmente. Que la ausencia de un poder penal vuelve al Derecho Internacional como un producto de la imaginación, o como una frase vacua.
Crítica a los negadores. Los que en un momento niegan naturaleza jurídica es común, excluyen el Derecho Internacional del dominio de los valores propiamente dichos, estos autores se caracterizan por poner en entre dicho el carácter jurídico del derecho de gentes.
Teorías que sostienen que el Derecho Internacional es un derecho rudimentario y de transición.

- Los autores “intermediarios” los cuales no niegan fuerza obligatoria del Derecho Internacional. Notando que el Derecho Internacional se equipara a notas de un derecho Estatal.
Saltando a la vista al Derecho Internacional un carácter diverso, aplicado a “intergentes” entre los Estados cuando es aplicado no se apela a la autoridad como el caso del derecho interno, sino que apela a la razón misma.
El desmentir al Derecho Internacional sólo constituye una etapa transitoria, observando que lejos de fundamentar a este, se envuelve la negación del Derecho Internacional al sostener un carácter específico.

El intento de fundamentación del Derecho Internacional.

La escuela positiva se pronuncia en contra del derecho natural, por la separación radical entre la moral y el derecho, y por la reducción del derecho positivo a la voluntad del Estado. El Derecho Internacional es un orden superior al positivo. Los actos del Estado son legítimos y válidos en la medida en la que se conforman y adecuan a las normas del derecho.
La fuente del Derecho Internacional para KRABBE no es la soberanía del Estado; no es la voluntad del Estado creadora de la norma jurídica internacional, sino la conciencia del derecho sentido por los individuos y sus intereses están afectados por esa norma. El derecho Internacional surge cuando los pueblos de diversos Estados ensamblan sentido justo para incluir también las relaciones internacionales frente a la personalidad del Estado se dirige la soberanía impersonal del derecho noble y menos inhumano.
Soberanía y Derecho Internacional.

La Soberanía, a jugado un papel importante el la política, en la doctrina del Derecho Internacional, en el contenido de Soberanía se ha venido deformando.
Para el autor BODINO, Soberanía y poder de hacer ley los considera una misma persona HOBBES, nos dice que Soberanía (soberano) debe de ser tan grande como los hombres lo imaginen (concepto de “Soberanía” difícil de concebir puesto que en un momento con la presencia de un Rey sólo tenía el poder soberano de tener bajo sus ordenes a todos sus súbditos).
la verdad es sólo darle un contenido adecuado a la “Soberanía” del Estado podemos llegar a reconciliar la existencia de un Estado soberano con la presencia de un Derecho Internacional que regule las relaciones entre los Estados. Decir que un Estado es soberano-significa que él es la unidad universal de decisión en un territorio, eficaz en el interior y exterior.
La Soberanía no consiste en un grado superior de poder. El poder es sólo un medio para el cumplimiento de la función soberana. Soberanía en su acepción clásica, se entiende un poder que no está sujeto a otro poder.

Fuentes del Derecho Internacional.

Nos encontramos con dos fuentes las fuentes fundamentales que serían los tratados y la costumbre internacional.
Tratados, como todo acuerdo concluido entre dos o más sujetos del Derecho Internacional hablamos de sujetos y no de Estados.

Clasificación de los tratados.

Tratados-Contratos, finalidad limitada a crear una obligación jurídica que se extingue con el cumplimiento del tratado.
Tratados-Leyes, destinados a crear una reglamentación jurídica permanente obligatoria.
Costumbre Internacional, como prueba de una práctica generalmente aceptada.
Elementos de la costumbre, pueden ser el modo de comportarse y la actuación en un determinado sentido.

Fuentes subsidiarias.

Los principios generales del derecho, los Estatutos, aquellos principios que son aceptados en el derecho interno de cada Estado.
Los principios del Derecho Internacional, son aquellos que no tienen su origen en el derecho interno.
Jurisprudencia, como las decisiones judiciales, más que como fuente autónoma del Derecho Internacional, deben considerase “como medio auxiliar para determinar las reglas de derecho”.
La doctrina de los juristas no es una fuente del Derecho Internacional en sentido propio, sino un “medio auxiliar para determinar las reglas del derecho”.
La importancia de las doctrinas fue cuando eran escasos los tratados y la costumbre aún no estaba bien determinada o sufría los efectos de la evolución de la sociedad internacional.

BIBLIOGRAFÍA

César Sepúlveda.
Derecho Internacional. Porrúa, México.

Modesto Seara Vázquez..
Derecho Internacional Público. Porrúa, México